Después a las 15:30 cuando terminé de estudiar, salí con Sofía, Mónica, Quique, Adrián, Gerardo, María y Jorge, mis grandes amigos. Quique un chico moreno, alto, y tal vez algo mono al que llamamos kiko propuso ir a ver la película de señales del futuro. Todos aceptamos el problema era que Jorge un chico con buen carácter alto y algo grande no tenía dinero junto con Gerardo al que le puse como mote Gerar.
Fuimos a la taquilla de forma que no sabíamos como resolveríamos el caso del dinero, la chica nos cobró 64 euros en total, yo llevaba solo diez euros pero, sin embargo, María tenía 30 y les hizo el favor de pagarles la entrada a aquellas personas a las que no llevaban dinero. Adrián, al que le pusimos como mote Pitu, por su estatura,(pitufo), pagó las palomitas.
En medio de la película Mónica y kiko empezaron a hablar sobre el tema de novios y cosas por el estilo ya, que se gustaban.
Nos lo pasamos muy bien y la película nos gustó a todos, excepto a Mónica y a Sofía que les dio un poco de miedo.
Era muy imaginativa y algo fantasiosa su argumento trata de una niña que estaba en el colegio y la mandaron hacer un dibujo para guardarlo en una urna durante 50 años para que los niños del futuro vieran sobre el pasado. La niña en lugar de hacer un dibujo se puso a escribir números al azar.
50 años después abrieron la urna y a cada uno de los futuros alumnos les toco un dibujo, excepto a uno que fue al que le toco los números. Esos números significaban los fracasos que iban a suceder.
Al día siguiente en el instituto, una vez llegado a clase me presente ante todos mis compañeros y me di cuenta que en ella se encontraban mis amigas, Mónica y Sofía que también se habían cambiado al instituto. Después de las clases, en el recreo, me fui con un grupo de niñas, Susana era la que mejor me caía por que las demás eran tontitas. Susana me contó que ellas eran las 3 populares del instituto. Una de ellas, su madre era profesora y nos daba clase de música. Se llamaba Juana, su nombre es un poco extraño pero la verdad es que era una joven mujer bastante simpática, o al menos eso parecía. Susana me enseñó el instituto: el comedor, la biblioteca, la recepción, etc...
Desde la primera vez que la ví sabía que Susana iba a ser una buena compañera.
Ella y yo tenemos muchas cosas en común por ejemplo que nos gusta bailar, ir de compras, patinar, y muchas cosas más. De vuelta a clase se nos presentó nuestra nueva tutora, también nuestra profesora de “mates”, la que se iba a hacer cargo de nosotros durante todo el año. Su nombre es Carolina, es algo mayor que Juana, y tiene dos hijas.
A las 12:20 vino Clara, la profesora de Sociales, era una señora corpulenta. A nadie de la clase nos hacía mucha gracia Clara y menos que nos diese una asignatura como la que daba. Cuando finalizó la clase nos fuimos a comer. A mí la verdad es que la comida del colegio no me suele gustar mucho ya, que es todo congelados.
La verdad es que me esperaba menos del instituto, las instalaciones estaban bastante bien y en el comedor teníamos dos opciones.
Mis amigas cogieron arroz con salsa de tomate y filete para comer pero yo cogí alcachofas y pescado. Mónica y Sofía que, ya me conocían más a fondo, me preguntaron por que no había cogido arroz y filete siendo mi comida favorita. Yo las contesté que me había puesto a dieta pensando que estaba algo más rellenita que las demás. Mónica, Sofía y Susana se quedaron muy sorprendidas al oír eso, pero era la verdad me había puesto a dieta desde ese fin de semana por que desde la última vez había engordado 2,5 kilos.
En el recreo comentamos Mónica, Sofía y yo sobre lo del fin de semana, y Susana nos dijo que la gustaría venirse con nosotras y conocer a Gerar, kiko, María, Jorge y Pitu.
Nosotras la contestamos que vale que nos parecía buena idea, pero como Susana era un poco pijita Sofía, Mónica y yo la dijimos que eran todos muy feos y algo desagradables.
Susana al oír eso nos dijo que si era así que no quería. Al finalizar el recreo fuimos todas a clase en ella se encontraba el profesor Jesús el profesor de religión.
Susana no hacía religión así que cogió sus libros y se fue junto a Coba a otra clase en la que daban historia de las religiones.
El profesor Don Jesús era sacerdote, y era una persona mayor. Mis compañeros de clase y yo empezamos a realizar preguntas como... ¿porqué quisiste ser sacerdote?, ¿por qué vas en contra del aborto?, Jesús, nos sonrió, pero no nos contestó.
A las 16:30 salimos de clase, y nos fuimos hacia el final de la pasarela donde ahí nos encontrábamos con las rutas del colegio.
Como fue el primer día de clase no tuvimos deberes ni nada que estudiar, llegué a casa y me puse a escribir en mi diario. Cuando terminé a las 19:30 aproximadamente, me dirigí hacia la ducha. Terminé de ducharme, me puse el pijama y me fui a cenar. En ese momento llegó Mª Dolores, mi madre, que regresaba a casa del trabajo. Nos preparó mi padre la cena a mi hermano y a mí y nos pusimos a cenar.
Mi hermano Álvaro me preguntó que tal me fue el primer día de clase. Yo le contesté que bastante bien pero que un poco cansado. Él me contó que en su clase estaba su mejor amigo, Rubén, el portero del equipo de fútbol en el que jugaba mi hermano.
Después de cenar, como hacía habitualmente me puse en el ordenador para mirar mi correo electrónico. No tenía ningún mensaje, pero luego cuando me conecté al “tuenti” recibí un mensaje privado de María Perez una chica con la que no tuve mucha relación. En el mensaje ponía:
¿Que tal el primer día de curso? Me gustaría conocerte más por que he odio cosas buenas de ti en el instituto. No sabía que tenías un hermano. ¿Por que el no va al instituto? Y... ¿de que conocías a Mónica y a Sofía? Por que me han dicho que ya os conocíais de antes.
Bueno un beso espero verte mañana.Yo, me quedé sorprendida por que no me había hablado con ella pero por otra parte me pareció muy simpática.
Por la mañana subiendo por los jardines del instituto me encontré con María, que ella se acababa de bajar de la ruta.
Subimos juntas hasta clase y casualmente me preguntó si había leído su mensaje, yo la conteste que sí pero que no la pude responder.
Nada más llegar a clase Julio, uno de los altos de la clase me gastó una broma.
Entonces María le preguntó por que había hecho eso. Julio no contestó y yo me fui hacia mi sitio para dejar la mochila y preparar los libros de la primera asignatura.
Nada más llegar Mónica y Sofía, que iban en ruta, me dieron un gran abrazo y un beso de buenos días.
Empezábamos la mañana con la asignatura de lengua, con Marta. Parecía curioso pero Julio de vez en cuando, me miraba de reojo queriéndome decir algo. María sospechaba que Julio estaba por mí. Yo la dije que era imposible. Cuando terminó la clase nos reunimos Sofía, Mónica, María y yo antes de comenzar la siguiente clase.
Sofía y Mónica me dijeron que posiblemente Julio estaba por mí. Yo estaba muerta de vergüenza por que en mi opinión era el chico más guapo de la clase.
De repente entró Clara, la profesora de sociales, todo furiosa mandándonos sentarnos en nuestros pupitres. Empezamos la clase de historia cuando yo de repente cogí una hoja de papel y comencé a escribir números al azar, y sin saber muy bien por qué. Terminé de escribir los números por las dos caras de la hoja, cuando casualmente sonó la campana indicando el final de la clase y marcándonos la salida al recreo.
Mis amigas me preguntaron porque razón había escrito esos números por las dos caras del folio. Sofía y Mónica se acordaron de la película que vieron el anterior fin de semana con Gerar, kiko, Pitu, María y Jorge. Me quitaron la hoja de papel me puse furiosa y se la arranque de sus manos, la guardé en la mochila y nos fuimos a la cafetería que habrían en el recreo para comprarnos un bocadillo, Donetes o cualquier cosa.
Después de aquello fuimos a la biblioteca donde nos encontramos a los chicos de 1º de la ESO, estaba Rodri, Jonathan, Marcos y toda esa pandilla. Nos fuimos con ellos donde pasaron a la biblioteca Patricia e Irene. Terminó el recreo y bajamos rápidamente a por nuestros libros para ir a clase de inglés. Sofía, Irene y Patricia iban a mi grupo de inglés al D, el más bajo, sin embargo Mónica iba al grupo C el segundo más flojo y María que estudia más que nosotras iba al grupo B, uno de los más altos. A mí la clase de inglés me daba asco, ya que Roberta la profesora de Inglés que también da historia de las religiones me tenía manía. Yo no sé que hice para que me tuviese manía cuando atendía, preguntaba mis dudas y sacaba buenas notas.
Yo me sentaba al lado de Sofía, detrás en diagonal a la derecha de Patricia y delante de Irene.
Ese día Roberta, la de inglés explicó la voz pasiva y Sofía y yo que ya la habíamos dado en otro colegio nos pusimos a hablar mediante notitas. Me pregunto si a mí me parecía guapo Julio, yo le contesté que no, que para nada, que solo era un compañero de clase con el que tenía buena relación aunque me picara con él.
Esa misma tarde sin perder más tiempo nada más llegar a casa me metí en el buscador de “google” y con la hoja de los números me puse a buscar si coincidían algunas fecha con algún fracaso ocurrido en los últimos años para ver si coincidían, como por ejemplo el atentado del 11M o el año en el que se chocó el avión en las torres gemelas.
Al día siguiente me llevé la hoja con las fechas de los últimos fracasos, redondeados con un círculo rojo. Mis amigas se creían que era una simple casualidad, pero yo seguía pensando que si he escrito los números tenía que haber una razón.
Era todo un misterio. En clase de lengua estábamos dando la página 224 y esa misma cifra apareció en la hoja de los números escritos. Yo convencida de que los números tenían algo que ver le dije a Sofía y a Mónica en medio de clase que el día 22 de abril (que es el día que teníamos las olimpiadas) de este año iba a haber un accidente en Madrid.
Mis amigas me tomaron como una chalada. Pero yo me encargué de que eso no iba a ser así y un día antes de tener las olimpiadas se lo recordé a mis amigas que mañana según los números que había escrito al azar iba a haber un accidente. Mis amigas me dijeron que como fuera verdad se empezarían a creérselo.
Llegó el día 22 de abril que es el día que teníamos las olimpiadas. A mí me habían escogido para baloncesto, a Mónica para fútbol, a María para balón prisionero y a Sofía y a Susana como animadoras.
Las de baloncesto, es decir, Coba, Olga, Ana, Anabel, Laura, Mónica y yo quedamos 5ª de 15 grupos competitivos. Y las de fútbol (Patricia, Cristina Peñalar
, Maria luisa y Rebeca ) ganaron medalla por que quedaron en el 4º puesto.
Llegó la hora de irse hacia el colegio para que nos recogieran nuestros padres / madres.
Hasta ese momento no hubo ningún accidente tal y como yo dije que iba a suceder.
Crucé la calle, por que mi padre me recoge en la cera de enfrente me subí al coche y nos dirigimos hacia casa. Hasta ese momento no había pasado nada, llegamos a casa y yo, como todos los días me prepare la merienda y a continuación me fui a hacer los deberes y estudiar.
Ese día por lo visto no tenía muchos deberes ni mucho que estudiar porque habíamos tenido el día de las olimpiadas. Hice los deberes de lengua y de matemáticas y luego me fui a la ducha. Al finalizar la ducha me empezó a doler la espalda, no sabía porque, porque no me había caído ni había realizado ningún movimiento brusco de tal manera que se lo comenté a mi padre, Manu, que estaba echado en el salón, como suele hacer habitualmente.
Sin intención de hacerlo le desperté y ya que lo había hecho se lo dije. Él me dijo que esperase a que se levantara y yo lo hice. Mientras tanto me puse a escribir en el diario, que es a lo que me dedicaba en mi tiempo libre.
Cuando terminé de escribirlo me puse a dibujar. No quería hacerlo pero dibujé a Julio el chico que está todo el día gastándome bromas. Me quedé pensando porque sin querer dibujé a Julio, luego me quedé pensando y saqué la conclusión de que a lo mejor lo que me estaba pasando era que ¡me había enamorado de él! A las 21:00 me fui a cenar e inmediatamente puse antena 3 para ver las noticias por si había sucedido alguna catástrofe.
¡Tenía razón! Había volcado un coche en la carretera de El Escorial. Me quedé realmente atónita! Mi padre preocupado por la cara que tenía me preguntó que había pasado. Yo le dije que no había pasado nada pero él se empeñó en que le contara lo sucedido, así que se lo conté de forma explícita y con miedo de haber echo lo incorrecto al habérselo contado.
Al día siguiente se lo comenté a mis amigas y se asustaron muchísimo al escuchar lo que había oído ayer en las noticias sobre el coche. Entonces desde ese día Mónica, Sofía, Patricia, Irene, y todos empezaron a creer plenamente en mí, ya que podía averiguar el futuro como había sucedido en la película...Después ése mismo día me dijeron Sofía y Mónica que habían hablado con Gerar, kiko, Jorge, María y Pitu para quedar el viernes, yo me lo pensé por si había realizado algún plan para ese día, pero resulta que no tenía nada que hacer con lo cual las dije que si que podía.
Al final del recreo Julio se acercó lentamente a mí cuando me situaba apoyada en la puerta de la clase. Estaba sola se acercó y me dijo: ¿te pasa algo? Estos días estás un poco rara si algún día tienes problemas o lo que sea me tienes para lo que quieras ¿vale? Y que sepas que siento mucho la broma que te hice antes de ayer. ¿Te sentó muy mal?Me quedé en blanco, y sin saber que responder le dije: no, no me pasa nada, simplemente estoy esperando a las chicas.Sin dejarme terminar la frase me dijo: y... ¿cómo es que no estas con ellas? ¿Dónde están? La verdad es que yo tampoco sabía muy bien la razón de porque no estaba con ellas en ese momento. Entonces sin complicarme mucho le dije: pues mira no estoy con ellas por que he bajado un poco antes, ellas están bajando y no tardarán mucho en venir, es por que se han entretenido un poco hablando con Rafa (el responsable de las rutas).
Julio súper extrañado se fue hacia la ventana pensando que hacía yo sola apoyada en la puerta.
Me fui donde estaba Julio para preguntarle porque se había preocupado por mí, si normalmente no le doy mucha importancia.
Él no me contestó por que no tenía respuesta para esa pregunta.
Me fui hacia el baño donde me encontré a las chicas. De vuelta hacia la clase me encontré con Álvaro y Richard preguntándome si sabía donde estaba Julio, ya, que la tutora quería hablar con él para averiguar porque razón le habían echado de la clase de inglés sabiendo que él no es un chico que se suele meter en problemas. Volví a clase donde me encontré a Marta esperando a que hubiese silencio en la clase para comenzar la lección de hoy. Al final de la clase Dolores una antigua compañera que iba a mi antiguo colegio me preguntó porque motivo había llegado cuando la clase ya había comenzado. En el recreo largo permanecimos en la pasarela, ya que hacía mal tiempo y estaba lloviendo.
Mis amigas me vieron que tenía mala cara y me preguntaron si me encontraba bien.
Yo les dije que si, pero ellas sabían que estaba ocultando algo.
Julio, Álvaro, Richard, Robert y Javier se cruzaron con nosotras, cuando Julio interrumpiéndome me pidió que si por favor podía hablar un segundo con él.
Suponía que era sobre el tema hablado por la mañana, y efectivamente. Le dejé las cosas claras y se giró acompañado de sus amigos.
Mónica y Sofía sacaron el tema del misterio sobre si podía averiguar el futuro o no.
Yo las comenté que seguramente fuese una casualidad, me obligaron a sacar la hoja con los números escritos por las dos caras para descifrar la siguiente catástrofe. Con un poco de suerte lo conseguí averiguar y consistía en que la profesora de Música se quedaría inconsciente en medio de clase. Esa misma tarde después del recreo tuvimos música y Sofía y Mónica me pusieron a prueba con la catástrofe que iba a provocarse en unos instantes.
Juana entró a clase queriéndonos decir algo pero antes de terminar la frase fue desmayada nada más subir la tarima. Toda la clase se quedó anonadados incluidas Mónica y Sofía al descubrir que podía averiguar el futuro. Rápidamente Adrián, un buen estudiante y un miedica fue corriendo sin perder ni un minuto a buscar a Mª Faustina, la directora del colegio, que en esos instantes se encontraba en su despacho. Impresionada, Mª Faustina,la directora, dejó lo que estaba haciendo entre manos y bajó a clase de 2ºA donde se había producido el accidente.
Una vez llamado a la ambulancia Mª Faustina nos dirigió las siguientes palabras para intentar calmarnos a la clase.
Llegó a tiempo al hospital donde ahí la pusieron una mascarilla para que pudiese respirar.
Entró en clase la señorita Carolina por el escándalo producido en el aula.
“TIto” el delegado de la clase se ocupó de contarle lo sucedido. Mientras Mª Faustina, la directora se encontraba en el hospital haciéndola compañía a la pobre Juana.
Un día después del accidente, por fin viernes nos reunimos toda la clase para darle una sorpresa a Juana acudiendo al hospital realizando una visita inesperada.
Llegamos al hospital con la señorita Carolina, que se dirigió hacia recepción para preguntar en que habitación se encontraba la dicha profesora.
Antes de entrar todos al bollo Roberta puso un poco de orden. Conseguimos pasar sin armar mucho alboroto. Las chicas de la clase nos acercamos a ella entregándola un ramo enorme de rosas roja y blancas mientras los chicos esperaban su turno con una tarjeta grande con las firmas de todos sus alumnos. Ella muy agradecida nos dio las gracias y un beso a cada uno de nosotros. Volvimos al colegio, cuando llegamos roberta por habernos comportado realmente bien nos dejo salir a comer, de tal forma que tuvimos 1hora mas de recreo. Desde el primer día de clase me he estado preguntando porque, Coke, nunca hablaba hasta que se lo pregunte a María y a Susana. Me contaron que su madre murió en un accidente de avión ya que era azafata y que desde ese momento le cambio la vida por completo, pero no solo era eso, sino que también murió su padre por un derrame cerebral, con lo cual ese era el motivo de porque era un chico muy callado. Lleva siendo huérfano casi 7años. Ya estamos a medio curso me he dado cuenta que este instituto tenia muchos misterios, de los cuales me aposté con María que averiguaría casi todos.
Pasaron los días hasta que de repente averigüé que en el gimnasio grande había una puerta que te lleva a una buhardilla llena de telarañas, era un lugar oscuro y lleno de polvo. En ese momento escuché un terrible ruido e inmediatamente alumbré con una linterna que llevaba en la mano. No había nadie, o eso me parecía. Estaba cagada de miedo pero como veréis no me podía ir sin averiguar de que guardaban aquí. Cuando me sentí a salvo llame a María por el móvil diciéndola qué fuera corriendo al gimnasio. Llego inmediatamente y le enseñe lo que había descubierto hasta ahora. Alumbré a una pequeña esquina que había, María y yo sin perder más tiempo nos dirigimos a ella. Nos miramos asustadas sobre lo que nos habíamos encontrado, era una tumba donde leímos en la lapida Ariadna, la madre de Coke. No nos lo podíamos creer resulta que la madre de Coke no había muerto en un accidente de avión. Salimos de aquélla agobiante buhardilla, dirigiéndonos hacia las escaleras para llegar a clase. María y yo no sabíamos que hacer, si decírselo a las chicas de la case, que algunas de ellas son muy bocazas o bien guardárnoslo como secreto. Por ahora no se lo hemos dicho a nadie y todavía tenemos que seguir descubriendo sobre el asunto. Llegamos a clase, y a continuación entro Roberta, la tutora. Venia a decirnos que Juana ya estaba bien y que la semana que viene estaría de vuelta en el colegio, todos los alumnos y yo nos alegrábamos mucho que se hubiera recuperado pero como es obvio no queríamos dar clase. Eran las 4:15 cuando nos interrumpió Luis , el coordinador de secundaria, diciéndonos que nos preparáramos para la foto escolar. Las chicas sin pensárnoslo nos fuimos al baño para peinarnos y arreglarnos, ya que para nosotras era muy importante cuidar nuestra imagen. Como se veía venir salimos todos de culo en la foto, pero bueno, eso era algo normal en las fotos de grupo.
Esa tarde me fui con mi padre a realizar unos recados. Primero nos fuimos a llenar el depósito de gasolina y a continuación a comprarme un material para hacer el pergamino en clase de lengua. Después de cenar me puse el pijama y me acosté después de todo el día estaba muy cansada así que me fui temprano a la cama.
Una semana después empezamos el maldito día con Marta. Por suerte hicimos el pergamino, un trabajo individual que era obligatorio para todos.
Mientras hacíamos el pergamino Marta nos contaba que hace unos años este instituto era un orfanato era de su padre hasta que se jubiló entonces lo compró Mª Faustina, la directora que lo convirtió en un instituto. Marta nos empezó a contar sobre el orfanato, una de las cosas más curiosas de aquello recordaba Marta, eran tres pequeñas chicas, mellizas. Las conocía por que eran amigas suyas. Eran huérfanas y además de eso superdotadas. Sus padres murieron en un accidente realizando un viaje en tren. A los diez años una de las niñas se quedó ciega, su nombre era Loretoy era muy buena estudiante. A continuación otra de las chicas se quedó sorda debido a que se rompió el tímpano mientras se limpiaba las orejas con un bastoncillo cuando de repente una amiga suya la pegó un susto y se lo rompió, aquella se llamaba Ángela. María tuvo de pareja a Luis Remorfis el primo de Coke (el chico que era huérfano).
La última de las mellizas murió con veinte años de cáncer de útero.
Mientras Coke escuchaba lo sucedido levantó la mano preguntándole a Marta si por favor le podía repetir el nombre del chico con el que Ana tuvo relaciones.
Marta extrañada le contestó Luis Remorfis. Coke sorprendido y sin dar crédito le dijo a Marta que no podía ser verdad, que se lo había inventado porque Luis era su primo.
Terminó la última clase a las 4:30, y antes de abandonar el colegio María y yo bajamos la buhardilla que habíamos descubierto no desde hace mucho tiempo.
De repente nos encontramos con cuatro tumbas. Súper asustadas salimos corriendo, ya que si se entretenía María un poco más perdería la ruta.
Todo pasaba muy deprisa y otro día más, como siempre, me levanté para irme al colegio y una vez en clase Jesús empezó a contarnos que si alguien nos había dicho que el instituto era antes un orfanato totalmente religioso. Nosotros no teníamos ni, idea con lo cual le dijimos al profesor si le importaba contarnos la historia. Jesús nos empezó a contar que el jefe del orfanato, también padre de Marta, la profesora de lengua, era arzobispo. Se llamaba Matías remorfis, abuelo de Luis Remorfis. Mientras Jesús continuaba la historia susurrando le dije a Sofía si lo que dice Jesús es verdad Marta la profesora de lengua es la tía de Luis remorfis, pesándolo bien era cierto así que yo fui apuntando lo que nos decía Jesús. María y yo fuimos enlazando las ideas que nos iban contando los profesores sobre el antiguo orfanato.
Nada más terminar la clase María y yo bajamos rápidamente a la buhardilla y una vez más, muertas de miedo nos encontramos las cuatro tumbas como la última vez y el cadáver de Matías Remorfis (el dueño del orfanato).
Nos dimos cuenta de que la mano del cadáver mantenía un sobre en el que había dentro una hoja de papel con su propio correo electrónico.
AL final del recreo Las chicas, Mónica, Sofía y Susana nos preguntaron donde estábamos ya que nos habían estado buscando y no nos encontraban.
María y yo nos miramos y las contamos a las chicas lo que habíamos descubierto.
Ellas se animaron para ayudarnos para investigar más cosas.
Sofía que era la que más confianza suponíamos que tenía con Coke se acercó a él y le pregunto sobre su primo. Coke se sintió ofendido y la grito a Sofía diciéndola que no quería hablar sobre ese tema. Pero al fin y al cabo Sofía con una de sus estrategias se lo consiguió sacar.
Ése mismo día era viernes, puesto que nos pusimos de acuerdo para ver en que casa podríamos seguir con el misterio.
Después de hablarlo elegimos mi casa en la cual llegamos a ella y nos encontramos con todas las luces apagadas incluidas las de la entrada que solían estar encendidas. No se encontraba nadie en la casa así que sin preocuparnos las dije a las chicas que subiesen a mi habitación mientras que yo preparaba un tentempié.
Cuando subí a mi habitación con las bebidas y algo para comer me encontré a las chicas debajo del escritorio con el ordenador portátil iniciada en mi sesión. Pregunté que puñetas hacían ahí debajo. Ellas me contestaron que mirara la pantalla. Antes de hacerlas caso me dirigí hacia mi corcho para coger la famosa hoja de papel con los números escritos, por si nos era útil par averiguar el misterio.
Me senté en el suelo donde estaban las chicas y le eché un vistazo a la pantalla para saber porqué estaban debajo del escritorio cuando llegué a la habitación. La pantalla del ordenador estaba completamente en negro con un texto escrito dirigido a nosotras en el que ponía:
“Cuidado con lo que hacéis, os estáis metiendo en un buen lío.
Como no salgáis pronto de él estaréis muertas las cinco.”De repente desapareció ese misterioso cartel y a continuación me metí en el correo que nos encontramos María y yo guardado en un sobre.
El correo era:
“No sé si podré estar a las 9:30 en el cementerio, pero no te preocupes, lo intentaré.”Este correo iba dirigido a Sergio Fernández. Miré en la lista de números para comprobar si alguno de ellos nos podía ayudar, pero no hubo suerte.
Todas nosotras nos quedamos pensativas, pensando de quien podría ser Sergio Fernández. Sofía se quedó embobada observando como se abría una ventana en la pantalla del ordenador en la que decía:
Sergio Fernández acaba de iniciar sesión, ¿te gustaría contactar con él en este momento? Definitivamente acepté. Y le dije: ¿quién eres? ¿Porqué mataste a Matías Remorfis? Susana, Sofía y Mónica muertas de miedo me dijeron que cerrara la conversación, ya que a este paso nos íbamos a meter en un buen lío. María dijo que en este momento no podíamos rajarnos. Mientras yo le escribí a Sergio Fernández que me enfrentaría a él demostrándole que no me daba miedo aunque en el fondo mostraba lo contrario.
Él me contestó: Si es verdad de que no tienes miedo y que eres capaz de enfrentarte a mí a las 9:30 hoy mismo en el cementerio, donde nos veríamos las caras. A las 9:30 las cinco que éramos nos encontrábamos en el cementerio. Empezamos a gritar demostrándole que no éramos unas cobardes: Sergio, Sergio pero nadie contestaba. Miré la hora y a las 10:00 dimos por echo que el cobarde era él.
A las 10:00 de la noche optamos por irnos cada una de nosotras a su hogar prometiendo que esto no saldría fuera de nosotras.
AL llegar a mi casa me recibió mi madre en la puerta con un gran abrazo y un beso en la mejilla, pues hacía una semana que no la veía por motivos de trabajo.
Los cuatro que somos en la familia nos sentamos en la mesa esperando a la cena.
De primer plato mi queridísima madre nos preparó una sopa de letras. Empezamos todos a cenar juntos, y sin venir a cuento mi madre sacó una conversación preguntándonos que tal nos iba nuestro primer año en el instituto. Ninguno de los dos contestamos, puesto que nos encontrábamos muy ocupados cenando. Me levanté de la mesa para coger el salero y me encontré en la sopa que ponía:
” ¿por qué os fuisteis? Estaba detrás vuestro todo el tiempo hasta que os fuisteis del cementerio.”
En ese instante me empezó a doler el estómago, dejé de cenar, me tomé una aspirina y me fui a la cama. No pude dormir durante toda la noche por el tema de Sergio, las cuatro tumbas situadas en el instituto, etc...
Había mucho que descubrir, pero mis amigas eran unas cagadas y supongo que el misterio lo terminaré resolviéndolo yo sola.
Hoy sábado lo primero que hice al levantarme de la cama fue llamar a Sofía, Mónica y a María. Estábamos todas en una misma conversación. La primera pregunta que las hice a todas fue...Qué tal habían dormido. Obtuve las mismas respuestas y como era obvio eran las mismas respuestas tal y como yo suponía. Ninguna de las cinco pudimos dormir. Susana y Mónica, que eran las más miedicas nos dijeron a las demás que querían abandonar el tema del misterio mientras que las demás contestamos que ni en broma que fueron ellas mismas quienes se metieron en este lío.
Quedamos a las cinco de la tarde en el Bule, que era donde solíamos ir todos los días que quedábamos. El Bule es un lugar parecido a un bulevar. Sofía, Mónica, Susana, María y yo solíamos pasar ahí las tardes ya que era un sitio muy agradable donde había música para bailar con sofás para sentarse tomando algunos refrescos.
Sin pensarlo y mucho menos esperárnoslo vimos que por la puerta entraba Mª Faustina, la directora, junto con las profesoras, Ellas venían al Bule todos los viernes para desahogarse después del estrés de los alumnos durante toda la semana.
Nosotras sin saber que hacer nos sentamos en uno de los sofás que había para hablar y tomarnos alguna bebida. Más tarde a las nueve más o menos, nos fuimos a cenar a una pizzería que habían construido al lado del Bule. Nos pedimos una pizza para compartir entre todas. Estaba muy buena y eso que no éramos muy de pizzas. Entró por la puerta un señor al que nos sonaba familiar. Estuvimos pensando quien podría ser, se acercó a nosotras para preguntarnos si teníamos hora, y también para ver si teníamos fuego contestamos que ni sabíamos la hora y ni teníamos fuego.
Sacamos la conclusión de que podía ser Sergio Fernández. Le vimos como se sentaba en una mesa y sacaba su portátil, estaba solo. Yo saqué el mío y nos conectamos al correo electrónico. Salió la ventanita que nos indicaba que Sergio Fernández estaba online. María se levantó para ir al servicio, y de vuelta se fijó en la pantalla del señor misterioso. Resulta que estaba online y que era Sergio Fernández. ¡Estábamos todas flipando! ¡No nos lo podíamos ni creer!! Habíamos conseguido saber quien era así que le escribí: mira ya sabemos quien eres y nos gustaría saber que quieres de nosotras. Te vas a enterar de lo que vale un peine mentiroso. Él nos contesto: como digáis una palabra sobre que os he amenazado o lo que sea me lo vais a pagar pero bien pagado.Se levantó y se dirigió a nosotras así que cogimos nuestras cosas y salimos corriendo. Hacía un día de perros y con eso y con todo nos refugiamos en mi casa. Llegamos caladas entonces decidimos cambiarnos. Después nos metimos en el correo electrónico para continuar la conversación y saber como terminaría esto. Susana y Mónica votaron por llamar a la policía mientras que las demás decidimos continuar la conversación. Sergio Fernández era un señor que fue denunciado hace unos 7 años por pederasta y por amenazar a una familia que hacía de esclavos para él. Permaneció en la cárcel 30 años y le dejaron salir hasta este día que iba a ser denunciado por nosotras. Tenía claro que debíamos denunciarle pero antes quise averiguar que quería de nosotras.
Nos dieron las once de la noche así que antes de que se fueran María, Mónica, Sofía y Susana llamamos a la policía. La policía nos comunicó que en diez minutos aproximadamente estaría en mi casa para contarle lo sucedido. AL principio cuando realizamos la llamada estábamos convencidas de que hacíamos lo correcto pero al finalizarla pensamos lo contrario. Todas teníamos un miedo terrible porque éramos nosotras quien debíamos solucionar este tema ya que no se lo contamos nadie, ni amigos ni incluso padres. Llegó la policía a mi casa les recibimos la llegada ofreciéndoles si querían tomar algo. Pasaron y empezamos a contarles lo que había pasado en el salón. La policía ya sabía quien era Sergio Fernández y nos habían contado que le llevaban buscando durante mucho tiempo al oír que se había escapado de un siquiátrico. Su nombre real es Luis Remorfis. En ese momento María y yo saltamos ¡ése es el primo de Coke el de clase! La policía nos preguntó si en nuestra infancia conocimos a Luis nosotras contestamos que no pero que sí conocíamos a su primo por la razón de que iba a nuestra clase, su nombre es Coke y es un chico tímido y huérfano. Uno de los policías nos dijo que si por favor le podíamos contar todo lo que sabíamos relacionado con ese tema. Empecé a contárselo y a continuación terminó de contarlo María. Luego, los policías nos dijeron que si sabíamos algo más que rápidamente contactáramos con ellos.
Cuando los policías se marcharon mis amigas fueron detrás para irse cada una a su casa.
El lunes bajamos todas a la buhardilla, pero no encontramos ningún cambio respecto a la última vez que estuvimos. Fuimos a clase, y nos encontramos con Carolina, la tutora, nos preguntó si teníamos algún problema por la razón de que nos veía muy nerviosas.
Llegamos a clase nos tocaba inglés, así que yo esperé a Sofía y Susana que iban a mi clase mientras que María y Mónica se iban al lado contrario al nuestro.
Estábamos en clase cuando de repente entró una nueva señora de la limpieza, no era muy mayor, aproximadamente la echaba cuarenta años mas o menos. Entró para ver si estaba ahí su chaqueta y luego se marchó midiendo disculpas por la interrupción.
La chica de la limpieza era la madre de Coke, se suponía que estaba muerta pero eso no era cierto, abandonó a su hijo debido a problemas económicos y le llevó a un centro de acogida. La chica de la limpieza se cambió de nombre a Faustina. Ella necesitaba hablar con Coke, su hijo, para explicarle que era su madre pero no sabía como hacerlo sabiendo que Coke se lo tomaría a mal y no lo entendería o tal vez se enfadaría más con ella. Su padre era una mala persona y amenazaba a su mujer estuvo en varios juicios y perdió unos cuantos hasta que murió. Coke le echaba mucho de menos aunque no sabía que era una mala persona. Por otra parte se preguntó porque nunca llego a conocer a su madre. Él como le habían dicho se creyó que murió cuando era pequeño pero no es así. Su madre era la chica de la asistenta que trabajaba en su colegio. Nosotras nos dimos cuenta que Faustina era la madre de Coke porque fuimos al despacho de Mª Faustina y miramos todos los expedientes.
Ya estábamos en Junio eso significaba mucho para nosotras. Lo malo era que en lugar de estudiar estuvimos en nuestro tiempo libre averiguando el misterio. Nosotras reconocíamos que nos habíamos relajado y que si en junio no nos sacábamos todas las materias nos castigarían sin ir al campamento de surf en Francia. Estábamos muy preocupadas por nuestro expediente escolar además que mañana a primera o última hora tendríamos las notas finales. En el recreo corto estuvimos pensando que podríamos planear para que nos dejaran ir al campamento. Bajamos hasta el final de la pasarela para hablar sobre las notas con Carolina. A Sofía le quedaron dos, Sociales y Matemáticas. A Mónica también le quedaron dos, Naturales y Matemáticas. Sin embargo a Susana y a mí nos quedó, una Matemáticas. María era la más empollona y sabía que no le iba a quedar ninguna con lo cual no se molestó en hablar con Carolina. Esa misma tarde sabiendo las materias suspendidas nos pusimos todas las pilas para sacárnoslas.
Al final de las clases y antes de ir al comedor a comer averiguamos que Faustina, la chica de la limpieza era la madre de Coke, nosotras la sugerimos para ver de que forma le decíamos a Coke lo ocurrido. En ese instante nos encontramos con Coke que le habían quedado dos o tres. Faustina le llamo y él se acercó a ver que quería, antes de empezar a hablar ella empezó a llorar a chorros y al fin y al cabo cuando consiguió calmarse le dijo a Coke que era su madre. Coke se creía que le estaba vacilando y no estaba en ese momento dispuesto a hablar del tema. Entonces C le contó sucesos que pasó con él antes de llevarle a un centro de acogida. Faustina llorando le contaba que había llegado hasta este colegio para encontrarle ya, que tenía un trabajo. Coke se puso a llorar como nunca nos lo imaginaríamos y se dieron un abrazo muy fuerte de tal forma que con el permiso de la directora sacó Faustina a Coke del colegio para ir a comer por ahí.
El día 25 de junio era nuestro primer. nos examinábamos de matemáticas, que era la asignatura que más nos costaba a todas con diferencia. Hicimos el examen y nos salió muy bien a todas por que la verdad es que no era muy difícil. Luego, media hora después de hacer el examen cogimos el autobús para irnos todas a comer cerca de casa, por lo que éramos todas vecinas. Antes de comenzar a comer brindamos por nuestro supuesto diez de matemáticas que íbamos a sacar en la recuperación. Mónica y Sofía mañana tenían que madrugar para hacer la recuperación de Naturales, en el caso de Mónica y sociales, en el caso de Sofía. Las demás quedamos para ir al parque acuático ya, que lo habrían mañana puesto que ya era verano y hacía un calor terrible. Al día siguiente Susana, María y yo nos reunimos en el parque que era nuestra forma de dar la bienvenida al verano. En el parque acuático nos encontramos a Sergio Fernández, no sabíamos que hacer después de la amenaza que nos hizo. Nos dijo que si se lo decíamos a la policía estábamos muertas. Él sabía que estábamos en el parque así que nos dirigimos hacia el guardia de seguridad pero no sirvió de nada por que no nos creyó y por más que insistimos no ganamos nada solo perder el tiempo. Pasamos de él aunque sabíamos que nos estaba buscando e iba a ser algo difícil. Cuando Sofía y Mónica terminaron el examen se vinieron con nosotras al parque acuático. Pasamos de Sergio como si no estuviese y fue nuestra mejor tarde que estábamos juntas. Luego a las que era cuando cerraban el parque nos fuimos a casa, nos pusimos elegantes y nos fuimos al Bule ya que se celebraba la fiesta del verano. Repartieron comida, bebidas, bañadores, colchonetas para la playa, y todo gratis! Fue el mejor día de nuestra vida para todas incluso para Sofía y Mónica que tuvieron el examen.
La semana siguiente a los globales nos dieron las notas. Estábamos todas muy nerviosas pero sabíamos que nos íbamos a sacar todo y... así fue recuperamos todas las asignaturas pendientes. Llamamos cada una a sus padres para contárselo y sin perder más tiempo preparamos las maletas puesto que mañana nos íbamos al campamento de surf!
Al día siguiente nos encontramos en el aeropuerto cada una con su maleta y con todos los regalos que nos dieron en el Bule. Dábamos francés en el colegio pero estando en vacaciones se nos olvidó y todas nos preguntamos, entonces, como vamos a aprender. No pasaba nada por que no supieses francés por que el propio avión en el que volábamos nos daban traductores automáticos. El avión era una chulada, no estábamos habituadas a viajar en primera por lo que estábamos muy emocionadas. Llegamos a Francia donde ahí nos esperaba el grupo para llevarnos al hotel donde nos instalamos sin ningún problema. El campamento era chulísimo había piscina en el hotel, jacuzzi, y lo menos inesperado, en las habitaciones nos traían el desayuno tal y como lo pidieses.
El primer día estábamos súper nerviosas por que nos dio la tontería de vernos gordas en el espejo, aunque eso no era cierto, éramos todas unos palillos. Nos tocó un profesor, madre mía como estaba.... era guapísimo, estaba cachas, era rubio con ojos azules y hasta tenía “tableta”. A todas nosotras se nos caía la baba y encima aprendimos muchísimo. Entendíamos muy bien lo que nos quería decir el profesor, nos reíamos, aprendíamos y encima el profesor estaba bueno, todas pensamos... ¡Esto es un chollo!!
Aunque desgraciadamente y sin esperárnoslo nos encontramos con Sergio. Todas nos quedamos boquiabiertas y no sabíamos que hacer puesto que lo dimos por terminado. Él también estaba dando clases de surf, y la verdad es que lo hacía bastante bien no como nosotras que acabábamos de empezar. Él nos reconoció a todas y nosotras a él. Esa misma noche nos conectamos al chat para ver si él estaba ahí, efectivamente ahí estaba. Nos dijo que sabía en que hotel nos intalábamos , la compañía con la que volábamos etc... Nos quedamos súper sorprendidas y a la vez extrañadas de cómo podía saber todo aquello. Sergio nos recomendó que bajásemos a la puerta del hotel por que si no estaríamos muertas. Nosotras ya, estábamos hartas de tanta amenaza pero decidimos bajar y hacerle caso por última vez. No nos encontramos con nadie y cuando nos giramos para irnos ahí estaba, estaba él. Asustadas le preguntábamos que quería de nosotras y él nos dijo que fuésemos al hotel en el que él se situaba. Nosotras estábamos asustadas pero no nos quedaba otra opción que hacer lo que nos mandaba ya, que nos dimos cuenta que en la mano llevaba una navaja, con lo cual no nos podíamos pasar de listas. Le seguimos y nos encontramos en su casa, nos había engañado, aquello era toda una mentira. Sergio tenía una casa en Francia y quería utilizarnos. A mí Sergio me amenazó específicamente en que o bien tenía que robarle el Ferrari del vecino (era un pedazo de coche increíble) o bien sería violada por él. No sabía que hacer pero como era lógico me negué a robarle el coche al vecino. Sofía y Mónica salieron corriendo mientras yo era violada por Sergio. Hicimos mal en confiar en él, pensaba yo mientras me estaba violando. Después de todo aquello, y antes de escaparme de aquella horrible casa en la que vivía Sergio, me amenazó con que quería aquellos hijos para él, mientras él se giró para coger su camiseta que estaba tirada en el suelo, yo aproveché rápidamente para salir escopetada. Llegue al hotel llorando a chorros, subí a la habitación, ahí estaba el resto de las chicas. A ellas se les fue la “pinza”, me las había encontrado jugando a la ouija. El espíritu le indico que iban a ser matadas por Sergio como no pusieran alguna solución a aquel tema. Yo las interrumpí el juego, no estaba dispuesta a dejarlas jugar a aquel juego tan peligroso tratándose de espíritus. Pararon de jugar y ahí fue cuando aproveché para contarles que había sido violada por Sergio y que mañana por la mañana lo primero que deberíamos hacer será ir a la farmacia a por la píldora del día después. Mis amigas se quedaron increíblemente atónitas y al fin y al cabo terminaron por consolarme. Al día siguiente nos levantamos a las siete de la mañana, estábamos muertas de sueño después de lo ocurrido esa noche y lo primero que hicimos fue solucionar el tema de la píldora del día después, pero había un gravísimo problema y es que aquella era muy cara en la farmacia del hotel y no teníamos dinero suficiente para poderla comprar. Nos quedamos en blanco, sin saber que hacer, no le podíamos contar a nadie lo sucedido así que le pedimos lo que nos faltaba de dinero, que no era mucho, a la “friqui” del campamento, era una chica de aspecto realmente raro. Cada día vestía de estilo diferente, era una chica seria y algo borde, su nombre era Mia. Fuimos a hablar con ella y conseguimos el dinero exacto para poder pagar aquella maldita píldora del día después. Se me pasó el horrible dolor de estómago.
Ese mismo día Sofía se puso enferma y no pudo hacer surf así que me quedé con ella en el hotel. A las dos nos dio mucha rabia por que era el último día del campamento, pero bueno, no tuvimos otro remedio. Estuvimos en la habitación hasta la hora de comer, y luego nos bajamos un rato a los recreativos del propio establecimiento. Sinceramente, no nos lo pasamos tan mal como nos lo esperábamos. Luego a las seis y media vinieron de vuelta Mónica, Susana y María que nos comentaron lo genial que se les había dado eso del surf. Nosotras las contamos que nos lo habíamos pasado realmente bien, cosa que no nos esperábamos. Sofía y yo y teníamos hechas las maletas para mañana así que nos bajamos a la piscina mientras que Mónica, Susana y María no las tenían echas por que se habían pasado toda la mañana en l playa. Terminaron las maletas, y nos reunimos todas para comentar cosas sobre el viaje. Sacamos una positiva conclusión, todas nos lo habíamos pasado de maravilla, apesar de que Sofía se pusiera enferma, a mí me hayan violado, a Mónica que se le manchó el bañador de la regla y a María que le robaron su camiseta preferida, pues con todo y con eso fue nuestro mejor viaje después de muchos otros que habíamos realizado unos años atrás.
A la vuelta del campamento volvimos contentísimas pero a la vez apenadas pensando que no volveríamos a ver a ese pivón de profesor. Les contamos a nuestros padres nuestras anécdotas y nuestras catástrofes ocurridas.
Enseguida se nos pasó la tontería de que estábamos gordas y de lo guapo que era el profesor. Terminamos de comer y nos fuimos a la piscina, se nos pasó muy rápida la tarde pero a la vez estábamos todas muertas del cansancio después del. Al día siguiente por la mañana fuimos al rastro, en Madrid, por que Mónica y yo nos íbamos a hacer un pearcing en el ombligo. Después de hacernos el pearcing. Mónica y yo estábamos un poco molestas, no dolía pero nos sentimos un poco mal porque no les pedimos permiso a nuestras madres para hacérnoslo. Cuando Mónica llegó a su casa y yo a la mía rezamos para que no nos regañasen. A mí me dijeron que me quedaba muy bien y sin embargo a Mónica le dijeron sus padres que debía habérselo consultado antes. Lo mejor era que a ninguna de las dos nos castigaron. Mónica, Sofía y yo nos volvimos mejores amigas y nuestros padres entre ellos también. Nos dio mucha pena darles la noticia a María y a Susana de que nos íbamos a vivir a Ibiza por motivo de trabajo por parte de los padres. Nos compramos un chalet enorme para todos. Sofía, Mónica y yo dormíamos en la misma habitación pero estaba separadas por paredes. Cada cónyuge dormía en una cama y en habitaciones distintas.
Unos meses después, semana antes de empezar el colegio de nuevo Mónica y yo que éramos muy detallistas la hicimos a Sofía una fiesta de cumpleaños en la playa. Como regalo la compramos un perro de raza Pug. Era un perro pequeño y muy coqueto. Sofía no se lo creía pero era uno de sus sueños, vivir con sus mejores amigas y que se acordaran de hacerla una fiesta sorpresa. Cada una de nosotras nos buscamos un novio el de Sofía era moreno con ojos marrones, el de Mónica era castaño con ojos verdes y el mío era rubio con ojos azules, eran todo muy guapos y cachas como nos gustaban a nosotras. Cada uno tenía un toque personal el mío por ejemplo era un poco flipadillo eso si, ero majísimo al igual que el de todas. Nosotras no nos lo creíamos, habíamos encontrado un nuestro “príncipe azul” puesto que no nos lo esperábamos. Todo ello parecía un sueño, pero no, Era pura realidad.
Yo, Paula, estuve estudiando para sacarme la carrera de publicista, Sofía estudió periodismo, Mónica estudió INEF .
Sofía, Mónica y yo como recompensa por sacarnos la carrera nos fuimos de viaje a Miami y Nueva York. María estaba muy celosa pero sabía que luego sería al revés.
Primero fuimos a Miami donde estuvimos de fiesta todo el santo día. Sin embargo cuando fuimos a Nueva York estuvimos de visita a la ciudad. Por las noches era precioso ver las luces de colores por las calles. Conocimos a unos estadounidenses que hicieron de guía durante el viaje, nosotras les dijimos que éramos muy fiesteras y nos dijeron que entonces nos íbamos a enterar de las noches que pasaríamos.
La primera noche nos llevaron a un casino, mis amigas y yo nos emborrachamos como nunca habíamos echo, pero lo bueno fue que fanamos muchísimo dinero, cosa qe no esperábamos. solo en esa noche, aproximadamente 3.500€ cada una de nosotras. El segundo día fuimos a Holywood, un sitio espectacular.
La verdad es que disfrutamos como verdaderas “enanas”.
De vuelta a Madrid estuvimos comentando todos los viajes que habíamos realizado. Nada más bajarnos del avión le estaba llamando la tía de Sofía para decirla una nueva noticia. ¡Sofía era madrina! Parecía algo increíble pero Mónica y yo ya lo sabíamos pero no se lo quisimos decir. Celebramos ese día yéndonos a comer a l gran restaurante donde siempre nos llevaban nuestros padres cuando éramos pequeñas. Nuestros padres estaban ya en la 3º edad. Mi madre tenía 57 años, la madre de Sofía 55años y la madre de Mónica 56 años. Más o menos eran todas ellas de la misma edad. Mientras Sofía, Mónica y yo celebrábamos la gran noticia de que era madrina nuestras madres estaban en casa jugando al bingo con unas amigas de cuando éramos jóvenes.
Él contestó: yo no le maté pero como vosotras no salgáis de este asunto os mataré a vosotras.MatíasRemorfis@yahoo.es Nos metimos en él y leímos el último correo que envió Matías. El correo decía: