buueno gentecilla, aquí tengo una hsitoria muy bonita, escrita por mí, de hace unos añitos.

consta de dos partes, y trata sobre mi infancia.

hay cosas de ficción, y otras son reales.

amí personalmente me gusta la segunda parte, y recomiendo que si solo vais a leer una, que sea la segunda parte.

tambienn, tengo que decir, que hay algún que otro fallo, quizá un poco grave, y ya no sólo de ortografía, sino de la vida diaria. lo siento por los fallos. nolos he podido reftificar,

pero por lo demás, creo que merece la pena leerlo.

un beso muy fuerte.

sábado, 30 de abril de 2011

primera parte

I parte:Yo, recuerdo mi niñez repleta de aventuras. Ahora ya tengo 14 años y me voy a cambiar al instituto. Mañana ya lo empiezo, y como es normal, estoy un poco nerviosa por mis nuevos compañeros. Mi madre siempre me dice que tenga cuidado con quien valla, ya que me puedo meter en un buen lío. Hoy por la mañana me fui a comprar el material escolar al Hipercor, que según mi madre los precios no son muy altos.
Después a las 15:30 cuando terminé de estudiar, salí con Sofía, Mónica, Quique, Adrián, Gerardo, María y Jorge, mis grandes amigos. Quique un chico moreno, alto, y tal vez algo mono al que llamamos kiko propuso ir a ver la película de señales del futuro. Todos aceptamos el problema era que Jorge un chico con buen carácter alto y algo grande no tenía dinero junto con Gerardo al que le puse como mote Gerar.
Fuimos a la taquilla de forma que no sabíamos como resolveríamos el caso del dinero, la chica nos cobró 64 euros en total, yo llevaba solo diez euros pero, sin embargo, María tenía 30 y les hizo el favor de pagarles la entrada a aquellas personas a las que no llevaban dinero. Adrián, al que le pusimos como mote Pitu, por su estatura,(pitufo), pagó las palomitas.
En medio de la película Mónica y kiko empezaron a hablar sobre el tema de novios y cosas por el estilo ya, que se gustaban.
Nos lo pasamos muy bien y la película nos gustó a todos, excepto a Mónica y a Sofía que les dio un poco de miedo.
Era muy imaginativa y algo fantasiosa su argumento trata de una niña que estaba en el colegio y la mandaron hacer un dibujo para guardarlo en una urna durante 50 años para que los niños del futuro vieran sobre el pasado. La niña en lugar de hacer un dibujo se puso a escribir números al azar.
50 años después abrieron la urna y a cada uno de los futuros alumnos les toco un dibujo, excepto a uno que fue al que le toco los números. Esos números significaban los fracasos que iban a suceder.
Al día siguiente en el instituto, una vez llegado a clase me presente ante todos mis compañeros y me di cuenta que en ella se encontraban mis amigas, Mónica y Sofía que también se habían cambiado al instituto. Después de las clases, en el recreo, me fui con un grupo de niñas, Susana era la que mejor me caía por que las demás eran tontitas. Susana me contó que ellas eran las 3 populares del instituto. Una de ellas, su madre era profesora y nos daba clase de música. Se llamaba Juana, su nombre es un poco extraño pero la verdad es que era una joven mujer bastante simpática, o al menos eso parecía. Susana me enseñó el instituto: el comedor, la biblioteca, la recepción, etc...
Desde la primera vez que la ví sabía que Susana iba a ser una buena compañera.
Ella y yo tenemos muchas cosas en común por ejemplo que nos gusta bailar, ir de compras, patinar, y muchas cosas más. De vuelta a clase se nos presentó nuestra nueva tutora, también nuestra profesora de “mates”, la que se iba a hacer cargo de nosotros durante todo el año. Su nombre es Carolina, es algo mayor que Juana, y tiene dos hijas.
A las 12:20 vino Clara, la profesora de Sociales, era una señora corpulenta. A nadie de la clase nos hacía mucha gracia Clara y menos que nos diese una asignatura como la que daba. Cuando finalizó la clase nos fuimos a comer. A mí la verdad es que la comida del colegio no me suele gustar mucho ya, que es todo congelados.
La verdad es que me esperaba menos del instituto, las instalaciones estaban bastante bien y en el comedor teníamos dos opciones.
Mis amigas cogieron arroz con salsa de tomate y filete para comer pero yo cogí alcachofas y pescado. Mónica y Sofía que, ya me conocían más a fondo, me preguntaron por que no había cogido arroz y filete siendo mi comida favorita. Yo las contesté que me había puesto a dieta pensando que estaba algo más rellenita que las demás. Mónica, Sofía y Susana se quedaron muy sorprendidas al oír eso, pero era la verdad me había puesto a dieta desde ese fin de semana por que desde la última vez había engordado 2,5 kilos.
En el recreo comentamos Mónica, Sofía y yo sobre lo del fin de semana, y Susana nos dijo que la gustaría venirse con nosotras y conocer a Gerar, kiko, María, Jorge y Pitu.
Nosotras la contestamos que vale que nos parecía buena idea, pero como Susana era un poco pijita Sofía, Mónica y yo la dijimos que eran todos muy feos y algo desagradables.
Susana al oír eso nos dijo que si era así que no quería. Al finalizar el recreo fuimos todas a clase en ella se encontraba el profesor Jesús el profesor de religión.
Susana no hacía religión así que cogió sus libros y se fue junto a Coba a otra clase en la que daban historia de las religiones.
El profesor Don Jesús era sacerdote, y era una persona mayor. Mis compañeros de clase y yo empezamos a realizar preguntas como... ¿porqué quisiste ser sacerdote?, ¿por qué vas en contra del aborto?, Jesús, nos sonrió, pero no nos contestó.
A las 16:30 salimos de clase, y nos fuimos hacia el final de la pasarela donde ahí nos encontrábamos con las rutas del colegio.
Como fue el primer día de clase no tuvimos deberes ni nada que estudiar, llegué a casa y me puse a escribir en mi diario. Cuando terminé a las 19:30 aproximadamente, me dirigí hacia la ducha. Terminé de ducharme, me puse el pijama y me fui a cenar. En ese momento llegó Mª Dolores, mi madre, que regresaba a casa del trabajo. Nos preparó mi padre la cena a mi hermano y a mí y nos pusimos a cenar.
Mi hermano Álvaro me preguntó que tal me fue el primer día de clase. Yo le contesté que bastante bien pero que un poco cansado. Él me contó que en su clase estaba su mejor amigo, Rubén, el portero del equipo de fútbol en el que jugaba mi hermano.
Después de cenar, como hacía habitualmente me puse en el ordenador para mirar mi correo electrónico. No tenía ningún mensaje, pero luego cuando me conecté al “tuenti” recibí un mensaje privado de María Perez una chica con la que no tuve mucha relación. En el mensaje ponía:
¿Que tal el primer día de curso? Me gustaría conocerte más por que he odio cosas buenas de ti en el instituto. No sabía que tenías un hermano. ¿Por que el no va al instituto? Y... ¿de que conocías a Mónica y a Sofía? Por que me han dicho que ya os conocíais de antes.
Bueno un beso espero verte mañana.
Yo, me quedé sorprendida por que no me había hablado con ella pero por otra parte me pareció muy simpática.
Por la mañana subiendo por los jardines del instituto me encontré con María, que ella se acababa de bajar de la ruta.
Subimos juntas hasta clase y casualmente me preguntó si había leído su mensaje, yo la conteste que sí pero que no la pude responder.
Nada más llegar a clase Julio, uno de los altos de la clase me gastó una broma.
Entonces María le preguntó por que había hecho eso. Julio no contestó y yo me fui hacia mi sitio para dejar la mochila y preparar los libros de la primera asignatura.
Nada más llegar Mónica y Sofía, que iban en ruta, me dieron un gran abrazo y un beso de buenos días.
Empezábamos la mañana con la asignatura de lengua, con Marta. Parecía curioso pero Julio de vez en cuando, me miraba de reojo queriéndome decir algo. María sospechaba que Julio estaba por mí. Yo la dije que era imposible. Cuando terminó la clase nos reunimos Sofía, Mónica, María y yo antes de comenzar la siguiente clase.
Sofía y Mónica me dijeron que posiblemente Julio estaba por mí. Yo estaba muerta de vergüenza por que en mi opinión era el chico más guapo de la clase.
De repente entró Clara, la profesora de sociales, todo furiosa mandándonos sentarnos en nuestros pupitres. Empezamos la clase de historia cuando yo de repente cogí una hoja de papel y comencé a escribir números al azar, y sin saber muy bien por qué. Terminé de escribir los números por las dos caras de la hoja, cuando casualmente sonó la campana indicando el final de la clase y marcándonos la salida al recreo.
Mis amigas me preguntaron porque razón había escrito esos números por las dos caras del folio. Sofía y Mónica se acordaron de la película que vieron el anterior fin de semana con Gerar, kiko, Pitu, María y Jorge. Me quitaron la hoja de papel me puse furiosa y se la arranque de sus manos, la guardé en la mochila y nos fuimos a la cafetería que habrían en el recreo para comprarnos un bocadillo, Donetes o cualquier cosa.
Después de aquello fuimos a la biblioteca donde nos encontramos a los chicos de 1º de la ESO, estaba Rodri, Jonathan, Marcos y toda esa pandilla. Nos fuimos con ellos donde pasaron a la biblioteca Patricia e Irene. Terminó el recreo y bajamos rápidamente a por nuestros libros para ir a clase de inglés. Sofía, Irene y Patricia iban a mi grupo de inglés al D, el más bajo, sin embargo Mónica iba al grupo C el segundo más flojo y María que estudia más que nosotras iba al grupo B, uno de los más altos. A mí la clase de inglés me daba asco, ya que Roberta la profesora de Inglés que también da historia de las religiones me tenía manía. Yo no sé que hice para que me tuviese manía cuando atendía, preguntaba mis dudas y sacaba buenas notas.
Yo me sentaba al lado de Sofía, detrás en diagonal a la derecha de Patricia y delante de Irene.
Ese día Roberta, la de inglés explicó la voz pasiva y Sofía y yo que ya la habíamos dado en otro colegio nos pusimos a hablar mediante notitas. Me pregunto si a mí me parecía guapo Julio, yo le contesté que no, que para nada, que solo era un compañero de clase con el que tenía buena relación aunque me picara con él.
Esa misma tarde sin perder más tiempo nada más llegar a casa me metí en el buscador de “google” y con la hoja de los números me puse a buscar si coincidían algunas fecha con algún fracaso ocurrido en los últimos años para ver si coincidían, como por ejemplo el atentado del 11M o el año en el que se chocó el avión en las torres gemelas.
Al día siguiente me llevé la hoja con las fechas de los últimos fracasos, redondeados con un círculo rojo. Mis amigas se creían que era una simple casualidad, pero yo seguía pensando que si he escrito los números tenía que haber una razón.
Era todo un misterio. En clase de lengua estábamos dando la página 224 y esa misma cifra apareció en la hoja de los números escritos. Yo convencida de que los números tenían algo que ver le dije a Sofía y a Mónica en medio de clase que el día 22 de abril (que es el día que teníamos las olimpiadas) de este año iba a haber un accidente en Madrid.
Mis amigas me tomaron como una chalada. Pero yo me encargué de que eso no iba a ser así y un día antes de tener las olimpiadas se lo recordé a mis amigas que mañana según los números que había escrito al azar iba a haber un accidente. Mis amigas me dijeron que como fuera verdad se empezarían a creérselo.
Llegó el día 22 de abril que es el día que teníamos las olimpiadas. A mí me habían escogido para baloncesto, a Mónica para fútbol, a María para balón prisionero y a Sofía y a Susana como animadoras.
Las de baloncesto, es decir, Coba, Olga, Ana, Anabel, Laura, Mónica y yo quedamos 5ª de 15 grupos competitivos. Y las de fútbol (Patricia, Cristina Peñalar
, Maria luisa y Rebeca ) ganaron medalla por que quedaron en el 4º puesto.
Llegó la hora de irse hacia el colegio para que nos recogieran nuestros padres / madres.
Hasta ese momento no hubo ningún accidente tal y como yo dije que iba a suceder.
Crucé la calle, por que mi padre me recoge en la cera de enfrente me subí al coche y nos dirigimos hacia casa. Hasta ese momento no había pasado nada, llegamos a casa y yo, como todos los días me prepare la merienda y a continuación me fui a hacer los deberes y estudiar.
Ese día por lo visto no tenía muchos deberes ni mucho que estudiar porque habíamos tenido el día de las olimpiadas. Hice los deberes de lengua y de matemáticas y luego me fui a la ducha. Al finalizar la ducha me empezó a doler la espalda, no sabía porque, porque no me había caído ni había realizado ningún movimiento brusco de tal manera que se lo comenté a mi padre, Manu, que estaba echado en el salón, como suele hacer habitualmente.
Sin intención de hacerlo le desperté y ya que lo había hecho se lo dije. Él me dijo que esperase a que se levantara y yo lo hice. Mientras tanto me puse a escribir en el diario, que es a lo que me dedicaba en mi tiempo libre.
Cuando terminé de escribirlo me puse a dibujar. No quería hacerlo pero dibujé a Julio el chico que está todo el día gastándome bromas. Me quedé pensando porque sin querer dibujé a Julio, luego me quedé pensando y saqué la conclusión de que a lo mejor lo que me estaba pasando era que ¡me había enamorado de él! A las 21:00 me fui a cenar e inmediatamente puse antena 3 para ver las noticias por si había sucedido alguna catástrofe.
¡Tenía razón! Había volcado un coche en la carretera de El Escorial. Me quedé realmente atónita! Mi padre preocupado por la cara que tenía me preguntó que había pasado. Yo le dije que no había pasado nada pero él se empeñó en que le contara lo sucedido, así que se lo conté de forma explícita y con miedo de haber echo lo incorrecto al habérselo contado.
Al día siguiente se lo comenté a mis amigas y se asustaron muchísimo al escuchar lo que había oído ayer en las noticias sobre el coche. Entonces desde ese día Mónica, Sofía, Patricia, Irene, y todos empezaron a creer plenamente en mí, ya que podía averiguar el futuro como había sucedido en la película...Después ése mismo día me dijeron Sofía y Mónica que habían hablado con Gerar, kiko, Jorge, María y Pitu para quedar el viernes, yo me lo pensé por si había realizado algún plan para ese día, pero resulta que no tenía nada que hacer con lo cual las dije que si que podía.
Al final del recreo Julio se acercó lentamente a mí cuando me situaba apoyada en la puerta de la clase. Estaba sola se acercó y me dijo: ¿te pasa algo? Estos días estás un poco rara si algún día tienes problemas o lo que sea me tienes para lo que quieras ¿vale? Y que sepas que siento mucho la broma que te hice antes de ayer. ¿Te sentó muy mal?Me quedé en blanco, y sin saber que responder le dije: no, no me pasa nada, simplemente estoy esperando a las chicas.Sin dejarme terminar la frase me dijo: y... ¿cómo es que no estas con ellas? ¿Dónde están? La verdad es que yo tampoco sabía muy bien la razón de porque no estaba con ellas en ese momento. Entonces sin complicarme mucho le dije: pues mira no estoy con ellas por que he bajado un poco antes, ellas están bajando y no tardarán mucho en venir, es por que se han entretenido un poco hablando con Rafa (el responsable de las rutas).
Julio súper extrañado se fue hacia la ventana pensando que hacía yo sola apoyada en la puerta.
Me fui donde estaba Julio para preguntarle porque se había preocupado por mí, si normalmente no le doy mucha importancia.
Él no me contestó por que no tenía respuesta para esa pregunta.
Me fui hacia el baño donde me encontré a las chicas. De vuelta hacia la clase me encontré con Álvaro y Richard preguntándome si sabía donde estaba Julio, ya, que la tutora quería hablar con él para averiguar porque razón le habían echado de la clase de inglés sabiendo que él no es un chico que se suele meter en problemas. Volví a clase donde me encontré a Marta esperando a que hubiese silencio en la clase para comenzar la lección de hoy. Al final de la clase Dolores una antigua compañera que iba a mi antiguo colegio me preguntó porque motivo había llegado cuando la clase ya había comenzado. En el recreo largo permanecimos en la pasarela, ya que hacía mal tiempo y estaba lloviendo.
Mis amigas me vieron que tenía mala cara y me preguntaron si me encontraba bien.
Yo les dije que si, pero ellas sabían que estaba ocultando algo.
Julio, Álvaro, Richard, Robert y Javier se cruzaron con nosotras, cuando Julio interrumpiéndome me pidió que si por favor podía hablar un segundo con él.
Suponía que era sobre el tema hablado por la mañana, y efectivamente. Le dejé las cosas claras y se giró acompañado de sus amigos.
Mónica y Sofía sacaron el tema del misterio sobre si podía averiguar el futuro o no.
Yo las comenté que seguramente fuese una casualidad, me obligaron a sacar la hoja con los números escritos por las dos caras para descifrar la siguiente catástrofe. Con un poco de suerte lo conseguí averiguar y consistía en que la profesora de Música se quedaría inconsciente en medio de clase. Esa misma tarde después del recreo tuvimos música y Sofía y Mónica me pusieron a prueba con la catástrofe que iba a provocarse en unos instantes.
Juana entró a clase queriéndonos decir algo pero antes de terminar la frase fue desmayada nada más subir la tarima. Toda la clase se quedó anonadados incluidas Mónica y Sofía al descubrir que podía averiguar el futuro. Rápidamente Adrián, un buen estudiante y un miedica fue corriendo sin perder ni un minuto a buscar a Mª Faustina, la directora del colegio, que en esos instantes se encontraba en su despacho. Impresionada, Mª Faustina,la directora, dejó lo que estaba haciendo entre manos y bajó a clase de 2ºA donde se había producido el accidente.
Una vez llamado a la ambulancia Mª Faustina nos dirigió las siguientes palabras para intentar calmarnos a la clase.
Llegó a tiempo al hospital donde ahí la pusieron una mascarilla para que pudiese respirar.
Entró en clase la señorita Carolina por el escándalo producido en el aula.
“TIto” el delegado de la clase se ocupó de contarle lo sucedido. Mientras Mª Faustina, la directora se encontraba en el hospital haciéndola compañía a la pobre Juana.
Un día después del accidente, por fin viernes nos reunimos toda la clase para darle una sorpresa a Juana acudiendo al hospital realizando una visita inesperada.
Llegamos al hospital con la señorita Carolina, que se dirigió hacia recepción para preguntar en que habitación se encontraba la dicha profesora.
Antes de entrar todos al bollo Roberta puso un poco de orden. Conseguimos pasar sin armar mucho alboroto. Las chicas de la clase nos acercamos a ella entregándola un ramo enorme de rosas roja y blancas mientras los chicos esperaban su turno con una tarjeta grande con las firmas de todos sus alumnos. Ella muy agradecida nos dio las gracias y un beso a cada uno de nosotros. Volvimos al colegio, cuando llegamos roberta por habernos comportado realmente bien nos dejo salir a comer, de tal forma que tuvimos 1hora mas de recreo. Desde el primer día de clase me he estado preguntando porque, Coke, nunca hablaba hasta que se lo pregunte a María y a Susana. Me contaron que su madre murió en un accidente de avión ya que era azafata y que desde ese momento le cambio la vida por completo, pero no solo era eso, sino que también murió su padre por un derrame cerebral, con lo cual ese era el motivo de porque era un chico muy callado. Lleva siendo huérfano casi 7años. Ya estamos a medio curso me he dado cuenta que este instituto tenia muchos misterios, de los cuales me aposté con María que averiguaría casi todos.
Pasaron los días hasta que de repente averigüé que en el gimnasio grande había una puerta que te lleva a una buhardilla llena de telarañas, era un lugar oscuro y lleno de polvo. En ese momento escuché un terrible ruido e inmediatamente alumbré con una linterna que llevaba en la mano. No había nadie, o eso me parecía. Estaba cagada de miedo pero como veréis no me podía ir sin averiguar de que guardaban aquí. Cuando me sentí a salvo llame a María por el móvil diciéndola qué fuera corriendo al gimnasio. Llego inmediatamente y le enseñe lo que había descubierto hasta ahora. Alumbré a una pequeña esquina que había, María y yo sin perder más tiempo nos dirigimos a ella. Nos miramos asustadas sobre lo que nos habíamos encontrado, era una tumba donde leímos en la lapida Ariadna, la madre de Coke. No nos lo podíamos creer resulta que la madre de Coke no había muerto en un accidente de avión. Salimos de aquélla agobiante buhardilla, dirigiéndonos hacia las escaleras para llegar a clase. María y yo no sabíamos que hacer, si decírselo a las chicas de la case, que algunas de ellas son muy bocazas o bien guardárnoslo como secreto. Por ahora no se lo hemos dicho a nadie y todavía tenemos que seguir descubriendo sobre el asunto. Llegamos a clase, y a continuación entro Roberta, la tutora. Venia a decirnos que Juana ya estaba bien y que la semana que viene estaría de vuelta en el colegio, todos los alumnos y yo nos alegrábamos mucho que se hubiera recuperado pero como es obvio no queríamos dar clase. Eran las 4:15 cuando nos interrumpió Luis , el coordinador de secundaria, diciéndonos que nos preparáramos para la foto escolar. Las chicas sin pensárnoslo nos fuimos al baño para peinarnos y arreglarnos, ya que para nosotras era muy importante cuidar nuestra imagen. Como se veía venir salimos todos de culo en la foto, pero bueno, eso era algo normal en las fotos de grupo.
Esa tarde me fui con mi padre a realizar unos recados. Primero nos fuimos a llenar el depósito de gasolina y a continuación a comprarme un material para hacer el pergamino en clase de lengua. Después de cenar me puse el pijama y me acosté después de todo el día estaba muy cansada así que me fui temprano a la cama.
Una semana después empezamos el maldito día con Marta. Por suerte hicimos el pergamino, un trabajo individual que era obligatorio para todos.
Mientras hacíamos el pergamino Marta nos contaba que hace unos años este instituto era un orfanato era de su padre hasta que se jubiló entonces lo compró Mª Faustina, la directora que lo convirtió en un instituto. Marta nos empezó a contar sobre el orfanato, una de las cosas más curiosas de aquello recordaba Marta, eran tres pequeñas chicas, mellizas. Las conocía por que eran amigas suyas. Eran huérfanas y además de eso superdotadas. Sus padres murieron en un accidente realizando un viaje en tren. A los diez años una de las niñas se quedó ciega, su nombre era Loretoy era muy buena estudiante. A continuación otra de las chicas se quedó sorda debido a que se rompió el tímpano mientras se limpiaba las orejas con un bastoncillo cuando de repente una amiga suya la pegó un susto y se lo rompió, aquella se llamaba Ángela. María tuvo de pareja a Luis Remorfis el primo de Coke (el chico que era huérfano).
La última de las mellizas murió con veinte años de cáncer de útero.
Mientras Coke escuchaba lo sucedido levantó la mano preguntándole a Marta si por favor le podía repetir el nombre del chico con el que Ana tuvo relaciones.
Marta extrañada le contestó Luis Remorfis. Coke sorprendido y sin dar crédito le dijo a Marta que no podía ser verdad, que se lo había inventado porque Luis era su primo.
Terminó la última clase a las 4:30, y antes de abandonar el colegio María y yo bajamos la buhardilla que habíamos descubierto no desde hace mucho tiempo.
De repente nos encontramos con cuatro tumbas. Súper asustadas salimos corriendo, ya que si se entretenía María un poco más perdería la ruta.
Todo pasaba muy deprisa y otro día más, como siempre, me levanté para irme al colegio y una vez en clase Jesús empezó a contarnos que si alguien nos había dicho que el instituto era antes un orfanato totalmente religioso. Nosotros no teníamos ni, idea con lo cual le dijimos al profesor si le importaba contarnos la historia. Jesús nos empezó a contar que el jefe del orfanato, también padre de Marta, la profesora de lengua, era arzobispo. Se llamaba Matías remorfis, abuelo de Luis Remorfis. Mientras Jesús continuaba la historia susurrando le dije a Sofía si lo que dice Jesús es verdad Marta la profesora de lengua es la tía de Luis remorfis, pesándolo bien era cierto así que yo fui apuntando lo que nos decía Jesús. María y yo fuimos enlazando las ideas que nos iban contando los profesores sobre el antiguo orfanato.
Nada más terminar la clase María y yo bajamos rápidamente a la buhardilla y una vez más, muertas de miedo nos encontramos las cuatro tumbas como la última vez y el cadáver de Matías Remorfis (el dueño del orfanato).
Nos dimos cuenta de que la mano del cadáver mantenía un sobre en el que había dentro una hoja de papel con su propio correo electrónico.
AL final del recreo Las chicas, Mónica, Sofía y Susana nos preguntaron donde estábamos ya que nos habían estado buscando y no nos encontraban.
María y yo nos miramos y las contamos a las chicas lo que habíamos descubierto.
Ellas se animaron para ayudarnos para investigar más cosas.
Sofía que era la que más confianza suponíamos que tenía con Coke se acercó a él y le pregunto sobre su primo. Coke se sintió ofendido y la grito a Sofía diciéndola que no quería hablar sobre ese tema. Pero al fin y al cabo Sofía con una de sus estrategias se lo consiguió sacar.
Ése mismo día era viernes, puesto que nos pusimos de acuerdo para ver en que casa podríamos seguir con el misterio.
Después de hablarlo elegimos mi casa en la cual llegamos a ella y nos encontramos con todas las luces apagadas incluidas las de la entrada que solían estar encendidas. No se encontraba nadie en la casa así que sin preocuparnos las dije a las chicas que subiesen a mi habitación mientras que yo preparaba un tentempié.
Cuando subí a mi habitación con las bebidas y algo para comer me encontré a las chicas debajo del escritorio con el ordenador portátil iniciada en mi sesión. Pregunté que puñetas hacían ahí debajo. Ellas me contestaron que mirara la pantalla. Antes de hacerlas caso me dirigí hacia mi corcho para coger la famosa hoja de papel con los números escritos, por si nos era útil par averiguar el misterio.
Me senté en el suelo donde estaban las chicas y le eché un vistazo a la pantalla para saber porqué estaban debajo del escritorio cuando llegué a la habitación. La pantalla del ordenador estaba completamente en negro con un texto escrito dirigido a nosotras en el que ponía:
“Cuidado con lo que hacéis, os estáis metiendo en un buen lío.
Como no salgáis pronto de él estaréis muertas las cinco.”
De repente desapareció ese misterioso cartel y a continuación me metí en el correo que nos encontramos María y yo guardado en un sobre.
El correo era:
“No sé si podré estar a las 9:30 en el cementerio, pero no te preocupes, lo intentaré.”Este correo iba dirigido a Sergio Fernández. Miré en la lista de números para comprobar si alguno de ellos nos podía ayudar, pero no hubo suerte.
Todas nosotras nos quedamos pensativas, pensando de quien podría ser Sergio Fernández. Sofía se quedó embobada observando como se abría una ventana en la pantalla del ordenador en la que decía:
Sergio Fernández acaba de iniciar sesión, ¿te gustaría contactar con él en este momento? Definitivamente acepté. Y le dije: ¿quién eres? ¿Porqué mataste a Matías Remorfis? Susana, Sofía y Mónica muertas de miedo me dijeron que cerrara la conversación, ya que a este paso nos íbamos a meter en un buen lío. María dijo que en este momento no podíamos rajarnos. Mientras yo le escribí a Sergio Fernández que me enfrentaría a él demostrándole que no me daba miedo aunque en el fondo mostraba lo contrario.
Él me contestó: Si es verdad de que no tienes miedo y que eres capaz de enfrentarte a mí a las 9:30 hoy mismo en el cementerio, donde nos veríamos las caras. A las 9:30 las cinco que éramos nos encontrábamos en el cementerio. Empezamos a gritar demostrándole que no éramos unas cobardes: Sergio, Sergio pero nadie contestaba. Miré la hora y a las 10:00 dimos por echo que el cobarde era él.
A las 10:00 de la noche optamos por irnos cada una de nosotras a su hogar prometiendo que esto no saldría fuera de nosotras.
AL llegar a mi casa me recibió mi madre en la puerta con un gran abrazo y un beso en la mejilla, pues hacía una semana que no la veía por motivos de trabajo.
Los cuatro que somos en la familia nos sentamos en la mesa esperando a la cena.
De primer plato mi queridísima madre nos preparó una sopa de letras. Empezamos todos a cenar juntos, y sin venir a cuento mi madre sacó una conversación preguntándonos que tal nos iba nuestro primer año en el instituto. Ninguno de los dos contestamos, puesto que nos encontrábamos muy ocupados cenando. Me levanté de la mesa para coger el salero y me encontré en la sopa que ponía:

” ¿por qué os fuisteis? Estaba detrás vuestro todo el tiempo hasta que os fuisteis del cementerio.”

En ese instante me empezó a doler el estómago, dejé de cenar, me tomé una aspirina y me fui a la cama. No pude dormir durante toda la noche por el tema de Sergio, las cuatro tumbas situadas en el instituto, etc...
Había mucho que descubrir, pero mis amigas eran unas cagadas y supongo que el misterio lo terminaré resolviéndolo yo sola.
Hoy sábado lo primero que hice al levantarme de la cama fue llamar a Sofía, Mónica y a María. Estábamos todas en una misma conversación. La primera pregunta que las hice a todas fue...Qué tal habían dormido. Obtuve las mismas respuestas y como era obvio eran las mismas respuestas tal y como yo suponía. Ninguna de las cinco pudimos dormir. Susana y Mónica, que eran las más miedicas nos dijeron a las demás que querían abandonar el tema del misterio mientras que las demás contestamos que ni en broma que fueron ellas mismas quienes se metieron en este lío.
Quedamos a las cinco de la tarde en el Bule, que era donde solíamos ir todos los días que quedábamos. El Bule es un lugar parecido a un bulevar. Sofía, Mónica, Susana, María y yo solíamos pasar ahí las tardes ya que era un sitio muy agradable donde había música para bailar con sofás para sentarse tomando algunos refrescos.
Sin pensarlo y mucho menos esperárnoslo vimos que por la puerta entraba Mª Faustina, la directora, junto con las profesoras, Ellas venían al Bule todos los viernes para desahogarse después del estrés de los alumnos durante toda la semana.
Nosotras sin saber que hacer nos sentamos en uno de los sofás que había para hablar y tomarnos alguna bebida. Más tarde a las nueve más o menos, nos fuimos a cenar a una pizzería que habían construido al lado del Bule. Nos pedimos una pizza para compartir entre todas. Estaba muy buena y eso que no éramos muy de pizzas. Entró por la puerta un señor al que nos sonaba familiar. Estuvimos pensando quien podría ser, se acercó a nosotras para preguntarnos si teníamos hora, y también para ver si teníamos fuego contestamos que ni sabíamos la hora y ni teníamos fuego.
Sacamos la conclusión de que podía ser Sergio Fernández. Le vimos como se sentaba en una mesa y sacaba su portátil, estaba solo. Yo saqué el mío y nos conectamos al correo electrónico. Salió la ventanita que nos indicaba que Sergio Fernández estaba online. María se levantó para ir al servicio, y de vuelta se fijó en la pantalla del señor misterioso. Resulta que estaba online y que era Sergio Fernández. ¡Estábamos todas flipando! ¡No nos lo podíamos ni creer!! Habíamos conseguido saber quien era así que le escribí: mira ya sabemos quien eres y nos gustaría saber que quieres de nosotras. Te vas a enterar de lo que vale un peine mentiroso. Él nos contesto: como digáis una palabra sobre que os he amenazado o lo que sea me lo vais a pagar pero bien pagado.Se levantó y se dirigió a nosotras así que cogimos nuestras cosas y salimos corriendo. Hacía un día de perros y con eso y con todo nos refugiamos en mi casa. Llegamos caladas entonces decidimos cambiarnos. Después nos metimos en el correo electrónico para continuar la conversación y saber como terminaría esto. Susana y Mónica votaron por llamar a la policía mientras que las demás decidimos continuar la conversación. Sergio Fernández era un señor que fue denunciado hace unos 7 años por pederasta y por amenazar a una familia que hacía de esclavos para él. Permaneció en la cárcel 30 años y le dejaron salir hasta este día que iba a ser denunciado por nosotras. Tenía claro que debíamos denunciarle pero antes quise averiguar que quería de nosotras.
Nos dieron las once de la noche así que antes de que se fueran María, Mónica, Sofía y Susana llamamos a la policía. La policía nos comunicó que en diez minutos aproximadamente estaría en mi casa para contarle lo sucedido. AL principio cuando realizamos la llamada estábamos convencidas de que hacíamos lo correcto pero al finalizarla pensamos lo contrario. Todas teníamos un miedo terrible porque éramos nosotras quien debíamos solucionar este tema ya que no se lo contamos nadie, ni amigos ni incluso padres. Llegó la policía a mi casa les recibimos la llegada ofreciéndoles si querían tomar algo. Pasaron y empezamos a contarles lo que había pasado en el salón. La policía ya sabía quien era Sergio Fernández y nos habían contado que le llevaban buscando durante mucho tiempo al oír que se había escapado de un siquiátrico. Su nombre real es Luis Remorfis. En ese momento María y yo saltamos ¡ése es el primo de Coke el de clase! La policía nos preguntó si en nuestra infancia conocimos a Luis nosotras contestamos que no pero que sí conocíamos a su primo por la razón de que iba a nuestra clase, su nombre es Coke y es un chico tímido y huérfano. Uno de los policías nos dijo que si por favor le podíamos contar todo lo que sabíamos relacionado con ese tema. Empecé a contárselo y a continuación terminó de contarlo María. Luego, los policías nos dijeron que si sabíamos algo más que rápidamente contactáramos con ellos.
Cuando los policías se marcharon mis amigas fueron detrás para irse cada una a su casa.
El lunes bajamos todas a la buhardilla, pero no encontramos ningún cambio respecto a la última vez que estuvimos. Fuimos a clase, y nos encontramos con Carolina, la tutora, nos preguntó si teníamos algún problema por la razón de que nos veía muy nerviosas.
Llegamos a clase nos tocaba inglés, así que yo esperé a Sofía y Susana que iban a mi clase mientras que María y Mónica se iban al lado contrario al nuestro.
Estábamos en clase cuando de repente entró una nueva señora de la limpieza, no era muy mayor, aproximadamente la echaba cuarenta años mas o menos. Entró para ver si estaba ahí su chaqueta y luego se marchó midiendo disculpas por la interrupción.
La chica de la limpieza era la madre de Coke, se suponía que estaba muerta pero eso no era cierto, abandonó a su hijo debido a problemas económicos y le llevó a un centro de acogida. La chica de la limpieza se cambió de nombre a Faustina. Ella necesitaba hablar con Coke, su hijo, para explicarle que era su madre pero no sabía como hacerlo sabiendo que Coke se lo tomaría a mal y no lo entendería o tal vez se enfadaría más con ella. Su padre era una mala persona y amenazaba a su mujer estuvo en varios juicios y perdió unos cuantos hasta que murió. Coke le echaba mucho de menos aunque no sabía que era una mala persona. Por otra parte se preguntó porque nunca llego a conocer a su madre. Él como le habían dicho se creyó que murió cuando era pequeño pero no es así. Su madre era la chica de la asistenta que trabajaba en su colegio. Nosotras nos dimos cuenta que Faustina era la madre de Coke porque fuimos al despacho de Mª Faustina y miramos todos los expedientes.
Ya estábamos en Junio eso significaba mucho para nosotras. Lo malo era que en lugar de estudiar estuvimos en nuestro tiempo libre averiguando el misterio. Nosotras reconocíamos que nos habíamos relajado y que si en junio no nos sacábamos todas las materias nos castigarían sin ir al campamento de surf en Francia. Estábamos muy preocupadas por nuestro expediente escolar además que mañana a primera o última hora tendríamos las notas finales. En el recreo corto estuvimos pensando que podríamos planear para que nos dejaran ir al campamento. Bajamos hasta el final de la pasarela para hablar sobre las notas con Carolina. A Sofía le quedaron dos, Sociales y Matemáticas. A Mónica también le quedaron dos, Naturales y Matemáticas. Sin embargo a Susana y a mí nos quedó, una Matemáticas. María era la más empollona y sabía que no le iba a quedar ninguna con lo cual no se molestó en hablar con Carolina. Esa misma tarde sabiendo las materias suspendidas nos pusimos todas las pilas para sacárnoslas.
Al final de las clases y antes de ir al comedor a comer averiguamos que Faustina, la chica de la limpieza era la madre de Coke, nosotras la sugerimos para ver de que forma le decíamos a Coke lo ocurrido. En ese instante nos encontramos con Coke que le habían quedado dos o tres. Faustina le llamo y él se acercó a ver que quería, antes de empezar a hablar ella empezó a llorar a chorros y al fin y al cabo cuando consiguió calmarse le dijo a Coke que era su madre. Coke se creía que le estaba vacilando y no estaba en ese momento dispuesto a hablar del tema. Entonces C le contó sucesos que pasó con él antes de llevarle a un centro de acogida. Faustina llorando le contaba que había llegado hasta este colegio para encontrarle ya, que tenía un trabajo. Coke se puso a llorar como nunca nos lo imaginaríamos y se dieron un abrazo muy fuerte de tal forma que con el permiso de la directora sacó Faustina a Coke del colegio para ir a comer por ahí.

El día 25 de junio era nuestro primer. nos examinábamos de matemáticas, que era la asignatura que más nos costaba a todas con diferencia. Hicimos el examen y nos salió muy bien a todas por que la verdad es que no era muy difícil. Luego, media hora después de hacer el examen cogimos el autobús para irnos todas a comer cerca de casa, por lo que éramos todas vecinas. Antes de comenzar a comer brindamos por nuestro supuesto diez de matemáticas que íbamos a sacar en la recuperación. Mónica y Sofía mañana tenían que madrugar para hacer la recuperación de Naturales, en el caso de Mónica y sociales, en el caso de Sofía. Las demás quedamos para ir al parque acuático ya, que lo habrían mañana puesto que ya era verano y hacía un calor terrible. Al día siguiente Susana, María y yo nos reunimos en el parque que era nuestra forma de dar la bienvenida al verano. En el parque acuático nos encontramos a Sergio Fernández, no sabíamos que hacer después de la amenaza que nos hizo. Nos dijo que si se lo decíamos a la policía estábamos muertas. Él sabía que estábamos en el parque así que nos dirigimos hacia el guardia de seguridad pero no sirvió de nada por que no nos creyó y por más que insistimos no ganamos nada solo perder el tiempo. Pasamos de él aunque sabíamos que nos estaba buscando e iba a ser algo difícil. Cuando Sofía y Mónica terminaron el examen se vinieron con nosotras al parque acuático. Pasamos de Sergio como si no estuviese y fue nuestra mejor tarde que estábamos juntas. Luego a las que era cuando cerraban el parque nos fuimos a casa, nos pusimos elegantes y nos fuimos al Bule ya que se celebraba la fiesta del verano. Repartieron comida, bebidas, bañadores, colchonetas para la playa, y todo gratis! Fue el mejor día de nuestra vida para todas incluso para Sofía y Mónica que tuvieron el examen.
La semana siguiente a los globales nos dieron las notas. Estábamos todas muy nerviosas pero sabíamos que nos íbamos a sacar todo y... así fue recuperamos todas las asignaturas pendientes. Llamamos cada una a sus padres para contárselo y sin perder más tiempo preparamos las maletas puesto que mañana nos íbamos al campamento de surf!
Al día siguiente nos encontramos en el aeropuerto cada una con su maleta y con todos los regalos que nos dieron en el Bule. Dábamos francés en el colegio pero estando en vacaciones se nos olvidó y todas nos preguntamos, entonces, como vamos a aprender. No pasaba nada por que no supieses francés por que el propio avión en el que volábamos nos daban traductores automáticos. El avión era una chulada, no estábamos habituadas a viajar en primera por lo que estábamos muy emocionadas. Llegamos a Francia donde ahí nos esperaba el grupo para llevarnos al hotel donde nos instalamos sin ningún problema. El campamento era chulísimo había piscina en el hotel, jacuzzi, y lo menos inesperado, en las habitaciones nos traían el desayuno tal y como lo pidieses.
El primer día estábamos súper nerviosas por que nos dio la tontería de vernos gordas en el espejo, aunque eso no era cierto, éramos todas unos palillos. Nos tocó un profesor, madre mía como estaba.... era guapísimo, estaba cachas, era rubio con ojos azules y hasta tenía “tableta”. A todas nosotras se nos caía la baba y encima aprendimos muchísimo. Entendíamos muy bien lo que nos quería decir el profesor, nos reíamos, aprendíamos y encima el profesor estaba bueno, todas pensamos... ¡Esto es un chollo!!
Aunque desgraciadamente y sin esperárnoslo nos encontramos con Sergio. Todas nos quedamos boquiabiertas y no sabíamos que hacer puesto que lo dimos por terminado. Él también estaba dando clases de surf, y la verdad es que lo hacía bastante bien no como nosotras que acabábamos de empezar. Él nos reconoció a todas y nosotras a él. Esa misma noche nos conectamos al chat para ver si él estaba ahí, efectivamente ahí estaba. Nos dijo que sabía en que hotel nos intalábamos , la compañía con la que volábamos etc... Nos quedamos súper sorprendidas y a la vez extrañadas de cómo podía saber todo aquello. Sergio nos recomendó que bajásemos a la puerta del hotel por que si no estaríamos muertas. Nosotras ya, estábamos hartas de tanta amenaza pero decidimos bajar y hacerle caso por última vez. No nos encontramos con nadie y cuando nos giramos para irnos ahí estaba, estaba él. Asustadas le preguntábamos que quería de nosotras y él nos dijo que fuésemos al hotel en el que él se situaba. Nosotras estábamos asustadas pero no nos quedaba otra opción que hacer lo que nos mandaba ya, que nos dimos cuenta que en la mano llevaba una navaja, con lo cual no nos podíamos pasar de listas. Le seguimos y nos encontramos en su casa, nos había engañado, aquello era toda una mentira. Sergio tenía una casa en Francia y quería utilizarnos. A mí Sergio me amenazó específicamente en que o bien tenía que robarle el Ferrari del vecino (era un pedazo de coche increíble) o bien sería violada por él. No sabía que hacer pero como era lógico me negué a robarle el coche al vecino. Sofía y Mónica salieron corriendo mientras yo era violada por Sergio. Hicimos mal en confiar en él, pensaba yo mientras me estaba violando. Después de todo aquello, y antes de escaparme de aquella horrible casa en la que vivía Sergio, me amenazó con que quería aquellos hijos para él, mientras él se giró para coger su camiseta que estaba tirada en el suelo, yo aproveché rápidamente para salir escopetada. Llegue al hotel llorando a chorros, subí a la habitación, ahí estaba el resto de las chicas. A ellas se les fue la “pinza”, me las había encontrado jugando a la ouija. El espíritu le indico que iban a ser matadas por Sergio como no pusieran alguna solución a aquel tema. Yo las interrumpí el juego, no estaba dispuesta a dejarlas jugar a aquel juego tan peligroso tratándose de espíritus. Pararon de jugar y ahí fue cuando aproveché para contarles que había sido violada por Sergio y que mañana por la mañana lo primero que deberíamos hacer será ir a la farmacia a por la píldora del día después. Mis amigas se quedaron increíblemente atónitas y al fin y al cabo terminaron por consolarme. Al día siguiente nos levantamos a las siete de la mañana, estábamos muertas de sueño después de lo ocurrido esa noche y lo primero que hicimos fue solucionar el tema de la píldora del día después, pero había un gravísimo problema y es que aquella era muy cara en la farmacia del hotel y no teníamos dinero suficiente para poderla comprar. Nos quedamos en blanco, sin saber que hacer, no le podíamos contar a nadie lo sucedido así que le pedimos lo que nos faltaba de dinero, que no era mucho, a la “friqui” del campamento, era una chica de aspecto realmente raro. Cada día vestía de estilo diferente, era una chica seria y algo borde, su nombre era Mia. Fuimos a hablar con ella y conseguimos el dinero exacto para poder pagar aquella maldita píldora del día después. Se me pasó el horrible dolor de estómago.
Ese mismo día Sofía se puso enferma y no pudo hacer surf así que me quedé con ella en el hotel. A las dos nos dio mucha rabia por que era el último día del campamento, pero bueno, no tuvimos otro remedio. Estuvimos en la habitación hasta la hora de comer, y luego nos bajamos un rato a los recreativos del propio establecimiento. Sinceramente, no nos lo pasamos tan mal como nos lo esperábamos. Luego a las seis y media vinieron de vuelta Mónica, Susana y María que nos comentaron lo genial que se les había dado eso del surf. Nosotras las contamos que nos lo habíamos pasado realmente bien, cosa que no nos esperábamos. Sofía y yo y teníamos hechas las maletas para mañana así que nos bajamos a la piscina mientras que Mónica, Susana y María no las tenían echas por que se habían pasado toda la mañana en l playa. Terminaron las maletas, y nos reunimos todas para comentar cosas sobre el viaje. Sacamos una positiva conclusión, todas nos lo habíamos pasado de maravilla, apesar de que Sofía se pusiera enferma, a mí me hayan violado, a Mónica que se le manchó el bañador de la regla y a María que le robaron su camiseta preferida, pues con todo y con eso fue nuestro mejor viaje después de muchos otros que habíamos realizado unos años atrás.
A la vuelta del campamento volvimos contentísimas pero a la vez apenadas pensando que no volveríamos a ver a ese pivón de profesor. Les contamos a nuestros padres nuestras anécdotas y nuestras catástrofes ocurridas.
Enseguida se nos pasó la tontería de que estábamos gordas y de lo guapo que era el profesor. Terminamos de comer y nos fuimos a la piscina, se nos pasó muy rápida la tarde pero a la vez estábamos todas muertas del cansancio después del. Al día siguiente por la mañana fuimos al rastro, en Madrid, por que Mónica y yo nos íbamos a hacer un pearcing en el ombligo. Después de hacernos el pearcing. Mónica y yo estábamos un poco molestas, no dolía pero nos sentimos un poco mal porque no les pedimos permiso a nuestras madres para hacérnoslo. Cuando Mónica llegó a su casa y yo a la mía rezamos para que no nos regañasen. A mí me dijeron que me quedaba muy bien y sin embargo a Mónica le dijeron sus padres que debía habérselo consultado antes. Lo mejor era que a ninguna de las dos nos castigaron. Mónica, Sofía y yo nos volvimos mejores amigas y nuestros padres entre ellos también. Nos dio mucha pena darles la noticia a María y a Susana de que nos íbamos a vivir a Ibiza por motivo de trabajo por parte de los padres. Nos compramos un chalet enorme para todos. Sofía, Mónica y yo dormíamos en la misma habitación pero estaba separadas por paredes. Cada cónyuge dormía en una cama y en habitaciones distintas.
Unos meses después, semana antes de empezar el colegio de nuevo Mónica y yo que éramos muy detallistas la hicimos a Sofía una fiesta de cumpleaños en la playa. Como regalo la compramos un perro de raza Pug. Era un perro pequeño y muy coqueto. Sofía no se lo creía pero era uno de sus sueños, vivir con sus mejores amigas y que se acordaran de hacerla una fiesta sorpresa. Cada una de nosotras nos buscamos un novio el de Sofía era moreno con ojos marrones, el de Mónica era castaño con ojos verdes y el mío era rubio con ojos azules, eran todo muy guapos y cachas como nos gustaban a nosotras. Cada uno tenía un toque personal el mío por ejemplo era un poco flipadillo eso si, ero majísimo al igual que el de todas. Nosotras no nos lo creíamos, habíamos encontrado un nuestro “príncipe azul” puesto que no nos lo esperábamos. Todo ello parecía un sueño, pero no, Era pura realidad.
Yo, Paula, estuve estudiando para sacarme la carrera de publicista, Sofía estudió periodismo, Mónica estudió INEF .
Sofía, Mónica y yo como recompensa por sacarnos la carrera nos fuimos de viaje a Miami y Nueva York. María estaba muy celosa pero sabía que luego sería al revés.
Primero fuimos a Miami donde estuvimos de fiesta todo el santo día. Sin embargo cuando fuimos a Nueva York estuvimos de visita a la ciudad. Por las noches era precioso ver las luces de colores por las calles. Conocimos a unos estadounidenses que hicieron de guía durante el viaje, nosotras les dijimos que éramos muy fiesteras y nos dijeron que entonces nos íbamos a enterar de las noches que pasaríamos.
La primera noche nos llevaron a un casino, mis amigas y yo nos emborrachamos como nunca habíamos echo, pero lo bueno fue que fanamos muchísimo dinero, cosa qe no esperábamos. solo en esa noche, aproximadamente 3.500€ cada una de nosotras. El segundo día fuimos a Holywood, un sitio espectacular.
La verdad es que disfrutamos como verdaderas “enanas”.
De vuelta a Madrid estuvimos comentando todos los viajes que habíamos realizado. Nada más bajarnos del avión le estaba llamando la tía de Sofía para decirla una nueva noticia. ¡Sofía era madrina! Parecía algo increíble pero Mónica y yo ya lo sabíamos pero no se lo quisimos decir. Celebramos ese día yéndonos a comer a l gran restaurante donde siempre nos llevaban nuestros padres cuando éramos pequeñas. Nuestros padres estaban ya en la 3º edad. Mi madre tenía 57 años, la madre de Sofía 55años y la madre de Mónica 56 años. Más o menos eran todas ellas de la misma edad. Mientras Sofía, Mónica y yo celebrábamos la gran noticia de que era madrina nuestras madres estaban en casa jugando al bingo con unas amigas de cuando éramos jóvenes.
Él contestó: yo no le maté pero como vosotras no salgáis de este asunto os mataré a vosotras.
MatíasRemorfis@yahoo.es Nos metimos en él y leímos el último correo que envió Matías. El correo decía:

segunda parte.

II parte:
 
Mi juventud ya ha terminado. Ahora ya tengo veinte años y me voy a casar con Álvaro, el chico que fue mi novio desde que tenía catorce años. Vivo en Ibiza, y ahora estamos Álvaro y yo muy liados con el tema de la boda, quiero que sea perfecta. Álvaro se ocupaba de comprar la comida y mientras, yo llamaba a los amigos para avisarles. Mónica y Sofía seguían siendo mis mejores amigas y ellas también estaban pensando en casarse. Yo me casaba dentro de tres días y no podía entretenerme mucho.
Pasaron dos días, yo estaba muy nerviosa y me había ido a comprar el vestido con mi madre. Álvaro estaba preparando mi despedida de soltera. Me compré un vestido fabuloso, cuando llegué a casa me di cuenta de que Álvaro no estaba ahí. Me iba a morir, pero es que estaba preparando el barco que teníamos para llevarme a dar una vuelta por la isla. Llegó Álvaro a casa y me dijo Paula ponte el bañador y date prisa, corre. Le hice caso pero no sabía de qué se trataba todo aquello. Me llevo al barco y me dijo: Para mi vida. Había preparado una comida realmente increíble. Me llevó por toda la isla, me lo pasé genial, como nunca había disfrutado antes. Antes de comer me dio el regalo de soltera, Yo no daba crédito. Se nos hizo un poco tarde a la vuelta y cuando llegamos ya estaban ahí los invitados esperándome a que apareciera. A las ocho de la tarde mi madre a través de un megáfono nos llamó a todos diciendo que fuésemos al porche. Ahí estaba ella con sus dos amigas (la madre de Mónica y la de Sofía). MI madre tenía un grupo de rock and roll que lo compartía con la madre de Sofía y la madre de Mónica. Yo sobre el grupo no tenía ni idea pero sin embargo Sofía y Mónica si cosa que no me lo dijeron. El caso es que nos llamó mi madre para ir al porche porque tenía una sorpresa para mí. Pusieron música y empezaron a cantar una de sus antiguas canciones. Me lo pasé genial fue una noche estupenda.
Al día siguiente era el día de mi boda me di prisa en ducharme y le pedí ayuda a mi madre para que me ayudase a arreglarme. Estaba guapísima y mi tía que era peluquera me hizo un peinado ideal. En Ibiza te llevaban al altar una limusina puesto que había que realizar una caminata hasta llegar a la iglesia y me podía manchar. Llegamos a la iglesia y ahí estaban en la puerta mis primas pequeñas para ayudarme. Mi padre me llevó al altar y recordó aquel momento en el que le dediqué en el día del padre del 2009 una gran poesía en la que lloré de la emoción. Nos casó a Álvaro y a mí nuestro profesor de religión que había viajado desde Madrid capital para este gran día.
En la celebración mi madre aparte de darnos la enhorabuena nos preparó un discurso en el que decía lo siguiente:

EL hombre como el oso,

Cuanto más feo más hermoso.
Deja tu teléfono encendido
Por si necesitas pedir auxilio
En cualquier momento.
En serio: Te Deseo Infinita Felicidad.
Os quiero.
Álvaro y yo estábamos increíblemente contentos, después de cenar nos fuimos a la sesión de fotos. Terminamos la sesión de fotos y yo, ya no podía mas con los zapatos así que le pedí a mi madre si podía repartir unas chanclas a las mujeres que no podían aguantar más los tacones. Había varios colores, azules, blancas, rojas, negras. Cuando todos terminamos de cenar prepararon una gran pista de baile para los más marchosos. Todos disfrutamos muchísimo y al final todos terminamos agotados.
Al día siguiente toda mi familia nos fuimos a comer fuera, a un restaurante. Pedimos una paella parar compartir entre todos, estaba deliciosa. Mi familia me dio la enhorabuena de nuevo antes de comenzar a comer y todos ellos, incluidos mis primos, me comentaron que tenía un cónyuge increíble. Era hermoso, majísimo, deportista, bromista y todo lo que os podrías imaginar.
Una semana después me queridísimo marido me llevó de luna de miel a Punta Cana (México) menudas playas había, nos hicimos muchísimas fotos y Álvaro me llevó a visitar uno de los mejores restaurantes mejicanos. Fue un gran viaje y me regaló un hijo. Era hermosísimo y se parecía muchísimo a su padre. Le pusimos de nombre Jorge. Cuando mi madre se enteró de que yo iba a ser madre y ella abuela se puso a bailar de alegría y nos fuimos todos de compras a comprarle ropa y accesorios al niño.
Pasamos muchísimas aventuras los tres juntos pero todo pasaba más de prisa de cómo me lo imaginaba.
Pasaron los años muy deprisa, ya era algo mayor, tenía 30 años y Álvaro 32 años, Jorge era ya mayorcito tenía 8 años. Hoy es su cumpleaños y como es normal en los pequeños invitó a sus amigos a la piscina de bolas. Un día después del cumpleaños de mi hijo mi madre se puso muy enferma y estaba apunto de morirse. Una semana después nos llamo el médico diciendo que mi madre estaba a punto de fallecer. Ya era mayor y sin perder mucho tiempo Álvaro y yo nos fuimos al hospital, donde mi madre antes de fallecer me dijo aquella frase que siempre me decía cuando quería un capricho:
“todo lo que no hace falta sobra” yo le dije que la necesitaba en estos momentos, y ella me dijo que era tarde, ya había cumplido su misión: tenerme a mí, haberme mantenido y gracias a dios haber asistido a mi boda.
Mañana Lunes Álvaro y yo llevamos a Jorge al colegio y nos fuimos al funeral, en Ibiza. A mí se me saltaban las lágrimas, pero para eso estaba Álvaro sentado a mi lado, él ya estaba preparado para lo que iba a ocurrir. Mientras, Jorge estaba triste, sin sonreír como solía hacer, por la muerte de su querida abuela.
Su mejor amigo Quique, le prometió que le ayudaría en cualquier momento, así que se acercó a Jorge cuando llegó a clase, preguntándole cual era la razón para mostrarse triste. Él contesto, mi abuelita era mayor y se murió, aunque me ha dicho que siempre va a estar a mi lado. Quique estaba celoso al escuchar esas palabras, porque cuando su abuela murió no le dijo nada de eso. Jorge le dijo que seguro que la abuela de Quique siempre estará a su lado, aunque no se lo hubiera dicho. Los dos niños se abrazaron como grandes amigos que eran, y en inmediato se fueron corriendo cada uno a su sitio para darle la sorpresa que le daban todos los días a la profesora cuando llega a clase, la sorpresa estaba en, que, cuando la profesora entrase por la puerta, todos los alumnos deberán estar sentados en sus pupitres y con el libro abierto por la última página dada.
Jorge era una persona con buen carácter y siendo sincera muy buen estudiante. Su mejor amigo, Quique, le conoció por primera vez en la guardería puesto que sus padres, mi marido y yo somos muy buenos amigos. Los padres de Quique eran Sofía, mi mejor amiga de la juventud y su marido Pablo. Sofía y Pablo se habían casado hace dos años. Nosotros, no pudimos ir, puesto que estábamos muy lejos.
Al terminar el funeral de mi madre fuimos a recoger a Jorge del colegio junto a Quique, ya que su madre no podía venir a recogerle. Regresamos a casa después del intenso día.
Jorge y Quique subieron arriba a dejar las mochilas mientras yo prepara su merienda. Álvaro nada más llegar a casa se fue a preparar las maletas para ir ese fin de semana a echar las cenizas de su suegra. Cuando terminé de prepararle la merienda a mi hijo y a su mejor amigo me subí arriba para ayudar a mi marido. Jorge no sabía que ese mismo fin de semana se iría Suiza a echar las cenizas de su abuela. Unos minutos después llamaron a la puerta, era la Sofía y Pablo, los padres de Quique. Pasaron al salón, les ofrecí unas cervezas y se quedaron un rato para hablar. Sofía y Pablo súper contentos nos contaron que iban a adoptar a una niña chinita, más pequeña que Quique. Nos contaba que la iban a recoger este fin de semana de ahí, pero que no sabían que día volverían.
Jorge y Quique cuando terminaron los deberes se fueron al jardín a jugar al baloncesto. Una hora después, a las ocho de la tarde le llamó su padre diciendo que recogiera sus libros para irse ya a casa, por lo que Quique subió a coger su mochila y rápidamente bajo al salón donde nos encontrábamos nosotros. Finalmente antes de que se fuera Quique y sus padres, estuvimos comentando sobre cuando iban a hacer la comunión nuestros hijos.
Iban ya a la catequesis, y le faltaban un año para hacer la comunión. Quique y Jorge se despidieron, diciéndose un adiós.
A las nueve y media de la noche, le dí de cenar a Jorge, como solía hacerle los lunes le preparé unas croquetas de jamón junto con patatas fritas. De postre se tomó una manzana, puesto que le obligué ya, que el no le gusta la fruta, cosa que deberá tomar toda su vida para estar sano. Después de cenar, le dejé que mirase su correo electrónico, y a continuación se fue a la cama, mañana tenía colegio.
Al finalizar el fin de semana Sofía y Pablo realizaron sus maletas para que al día siguiente pudiesen viajar a China y traerse a la pequeña, después de haber rellenado tanto papeleo. La habían mandado algunas fotos desde china para ver como era la niña, Sofía y Pablo estaban muy contentos y por su parte decían que era muy hermosa.
No muy tarde Sofía y Pablo se fueron a la cama.
Álvaro y yo estuvimos viendo una película que ponían en la televisión.
Al día siguiente Álvaro se levantó muy temprano, tenía que bajar a Madrid antes de ir a trabajar. Sin embargo yo nada más levantarme me puse a cocinar un gran pastel, para realizar una fiesta sorpresa a Álvaro, era su cumpleaños. A última hora de la mañana llamé a los compañeros de mi marido para avisar que esa misma tarde iba a realizar una fiesta sorpresa a mi marido.
Ésa tarde nos reunimos todos los compañeros de Álvaro en mi casa, antes de que él llegase a casa. Nada mas la llegada a casa de mi marido, Salimos todos de nuestros escondites gritando “FELIZ CUMPLEAÑOS”. Entre todos le dimos una gran sorpresa, y como regalo entre todos, le regalamos una fantástica pala de pádel, una máquina de correr y su hijo por separado un traje, al que hicimos probárselo. Le quedaba divino, y le venía bastante bien, para la comunión de su hijo, que iba a ser dentro de poco.
Nos lo pasamos genial, estuvimos bailando, comiendo, cantando, fue una gran fiesta inesperada. Sofía y Pablo en su ausencia llamaron desde china para felicitarle y decidimos celebrarlo cuando volviesen. Jorge estaba muy triste, por que su mejor amigo no estaba con él.
Una semana después se presentaron en mi casa Sofía y Pablo con sus dos hijos. Quique la chinita, que se llamaba Xiana y Jorge se fue al cine., mientras los “mayores” nos quedamos hablando.
Xiana, Jorge y Quique se hicieron muy buenos amigos, y se llevaban genial. Se fueron a ver la película de “Esto es la vida”. Al terminar la película fuimos a recogerles para irnos a cenar por ahí. La verdad es que la cena estuvo muy bien.

De vuelta a casa, Jorge me contaba que tenía muchas aficciones parecidas a las de Xiana, y que siendo sincero le gustaba, la verdad es que Xiana era una chica muy guapa, con buen cuerpo y sobre todo muy buena persona.
Un año después, recordando la vida como si todo pasase ayer, Xiana y Jorge estaban saliendo, Quique se alegraba mucho por su amigo. Sofía y yo hablábamos de que este verano iríamos a visitar a Mónica, nuestra amiga de la infancia. Teníamos muchas ganas de verla y además hacía muchísimo tiempo que no hablábamos con ella, no sabíamos que era de ella desde hace 4 años, si esta casada si tiene hijos, no sabíamos nada. Cuando llegaron los maridos se lo comentamos, y como era obvio les pareció muy buena idea. Yo les comentaba a Sofía y a Pablo que nos ibámos Álvaro, Jorge y yo de vacaciones a Disneyland París, en Agosto. AL día siguiente hablé con Mónica sobre que iba a hacer este verano. Se iba a ir de vacaciones a Rusia, a México y a California, pero que a finales de junio nos podríamos ver. Ésa misma tarde hablé con Sofía y ella también podía en junio. Así que quedamos a finales de junio, nada más darles las notas a Quique, Jorge y Xiana suponiendo que no les quedara ninguna.
Estaban ya en los exámenes finales y el curso les había ido bastante bien a los tres, así que reservamos en un hotel dos semanas en Madrid, en el barrio de Chamberí, un barrio muy famoso al que nunca llegamos a visitar. Por la tarde cuando Jorge llegó a casa me dijo: mama, ¿a que no sabes que? Yo extrañada le dije: ¿Que pasa cariño? El entusiasmado me dijo: Pasado mañana me dan las notas y me han dicho que son muy buenas. A Quique le han dicho lo mismo, pero que debía esforzarse un poco más al año que viene. Me puse muy contenta y llame a Sofía para contarle lo que me había dicho mi hijo. Sofía me dijo que en ese momento, cuando la estaba llamando que su hijo, triste, quería hablar con ella, así que me dijo que la llamase después. Sofía le preguntó a Quique por que tenía esa cara tan triste, él le dijo a su madre que ya sabía las notas, Sofía nerviosa sin poder aguantarse más, histérica le pregunto y… ¿que tal son?, Quique le contestó… pues... de eso te quería hablar yo, he aprobado todo, pero me han dicho que me debo esforzar más al año que viene. Sofía al oir eso intento calmar a Quique y le dijo: no te preocupes cariño, has hecho un buen esfuerzo. Quique sonrió preguntando a su madre: pero… ¿no me vas a regañar? Sofía le contesto que no, que aprobar todo ya tenía mérito suficiente, mientras le hacía el batido a Quique. Luego me llamó, y nos pusimos a hablar, las dos a la vez nos dijimos: que suerte de que reservamos porque si no ahora no tendríamos billetes para el avión. Sofía y yo nos fuimos a hacer las maletas, pasado mañana ya nos íbamos!
Terminamos agotadas después de aquel día tan extenso. Luego a las diez de la noche vino Álvaro de trabajar, estaba extremadamente cansado así que sin cenar ni nada se fue a la cama. Mientras, yo, le mande a Jorge a la cama. Después de que Jorge se metiera en la cama me fui yo a la mía.
Por fin, era aquel día que esperábamos, ¡nos íbamos de vacaciones! Sin madrugar mucho nos levantamos por la mañana, desayunamos preparamos todo y nos fuimos al aeropuerto. Sofía y su cónyuge cuando nosotros llegamos, ellos ya estaban ahí, nos sobraba bastante tiempo así que después de embarcar las maletas nos fuimos a mirar las tiendas que suelen haber en los aeropuertos. Nosotros volábamos en primera, con la compañía de “Ibersa”. A continuación, después de la espera nos fuimos al avión, nos repartimos los sitios, los “críos” se sentaron juntos, Álvaro y pablo juntos y Sofía y yo juntas. Sofía y yo, recordábamos aquellos viajes, a Londres, California, México, Nueva York, etc … la verdad es que siempre habíamos sido grandes amigas y no nos enfadábamos nunca, bueno casi nunca. En el avión nos encontramos con un señor, un señor que iba con su madre, o eso parecía. Aquel señor nos sonaba, y a la señora más aún, era Coke. Nosotras nos acercamos a él, aunque nos daba un poco de “palo”. Él nos había reconocido, estuvimos hablando, y como suponíamos había encontrado a su madre, con lo cual, eso significaba que no era huérfano como pensaba todo el colegio. ¡Menudo descubrimiento!! Nosotras nos alegramos mucho por él, y a continuación le preguntamos: ¿A dónde os vais? Coke respondió: me han dicho que mi padre no está muerto y que esta en un barrio de Madrid llamado Chamberí, era donde nosotras íbamos! Menuda casualidad. Por último le preguntamos: ¿Qué asientos teneís? Estaban al lado nuestro!
Al aterrizar todos estábamos muy contentos y a la vez muy emocionados. Llamé a Mónica para quedar en algún sitio del aeropuerto para encontrarnos. Cuando Sofía y yo la vimos primeras, no nos lo podíamos creer había cambiado muchísimo, al final, Coke también se vino con nosotras y se enamoró de Mónica, que no tenía novio ni marido. Sofía y yo les dejamos a solas, y nos fuimos a la terraza, con un café de entre manos.
Mónica, no se podía creer que ese fuera Coke, había cambiado una burrada, y ahora era monísimo. Después de estar a solas Mónica y Coke, se fueron a la terraza donde nos encontramos Sofía y yo. A media tarde, un poco más tarde de las siete y media, nos fuimos al cine. Como era lógico Mónica y Coke se sentaron juntos, Sofía y Pablo juntos, y Álvaro y yo juntos. Mientras los chicos estaban en la piscina, una piscina que tenía Mónica en su chalet. Jorge y Xiana, que estaban saliendo estaban en la hamaca los dos juntos, mientras que Quique hablaba con su mejor amiga, o eso le había dicho a Jorge, por teléfono. A las diez de la noche nosotros, los mayores nos fuimos a echarnos unas partidillas al casino y mientras los Jorge, Quique y Xiana llamaron al “ telepizza” para pedir unas pizzas. Después de cenar se pusieron a ver una película basada en hechos reales . Cuando terminó la película, estuvieron jugando a la guija, como habían hecho los protagonistas en la película, y una hora después subieron hacia las habitaciones cuando de repente Xiana pega un grito. Jorge bajó para ver que la pasaba, se había caído por las escaleras, estaba sangrado muchísimo por la cabeza, puesto se habia dado con todo el pico de la escalera en la cabeza. Jorge bajó corriendo por las escaleras, pero ya era demasiado tarde, se había desmayado. Quique al enterarse llamó a la ambulancia y luego a continuación a los padres. Se llevaron a Xiana al hospital, que estaba al lado. Jorge y Quique la acompañaron. Sofía, al enterarse de lo sucedido nerviosa se lo contó a los demás, que la siguieron hasta el hospital. Nada más llegar ahí le preguntaron al médico si se encontraba bien, si era algo grave, el médico le dijo que debe quedarse unos días, para recuperarse del todo. Mónica y Coke se fueron a casa, por que era tarde, pero les prometieron a Sofía y Pablo que mañana estarían aquí por la mañana a primera hora sin falta.
Al día siguiente, Madrugamos todos para ver a Xiana, ya estaba muchísimo mejor, se había quedado inconsciente durante media noche. Jorge y Quique se preguntaban, como se podría haber caido. La película que estuvieron viendo ayer era de miedo, y una de las protagonistas también se cayó por las escaleras. Quique le dijo a Jorge que seguramente haya sido cuando estaban jugando a la guija en el momento en el que él y Jorge se habían ido a las habitaciones de arriba a ponerse unas chaquetas, cuando iba a subir para decirnos algo, pero no le dio tiempo y se desmayó. Jorge dijo, que probablemente fuese eso que no le extrañaría para nada. Al final ese mismo día le dieron el alta a Xiana, así que se fueron a casa contentos al saber que Xiana estaba bien. Mónica y Coke estaban comprometidos solo faltaba llamar a la iglesia para pedir día. El barrio de Chamberí no es muy grande, es más bien pequeño, y en el centro había una iglesia en la que Sofía, Mónica y Coke hicieron su primera comunión. Estaban los dos muy nerviosos y estaban muy seguros de que se querían casar. Al ser verano, no había mucha gente para casarse así que nos dieron fecha para la semana que viene.
Sofía y yo estábamos muy emocionadas y alegradas por ella y por Coke, claro.
Ésa misma tarde los novios se fueron de compras, para organizar todo como era debido.
Sin embargo Sofía, Pablo, Álvaro y yo nos fuimos con los niños a que visitaran el palacio de cristal y el retiro. Jorge, Quique y Xiana estaban muy impresionados de lo que estaban viendo, ¡menuda preciosidad! Decían. A la hora de cenar nos fuimos a la castellana, a un restaurante al que íbamos Sofía y yo en nuestros viejos tiempos, fuimos a un restaurante al que se llamaba en nuestros tiempos, “La Granja”. Fue el último restaurante al que fuimos Sofía y yo antes de mudarnos a Ibiza.
Nada más entrar al restaurante me llamó Mónica diciendo que ya tenía su vestido de boda, que donde estábamos para encontrarnos. Nos pusieron una mesa muy agradable, ni hacía frío ni hacía calor, la verdad es que se estaba genial. Empezamos todos a cenar, sin saber porque de repente, Jorge empieza a toser, no podía parar, y le empezó a sangrar la nariz, era un poco desagradable pero el pobre Jorge lo estaba pasando mal.
Bajaron, Jorge y Quique al servicio para poder arreglar el asunto. Al final tuvimos que llamar a la ambulancia, como hicimos ayer, menuda mala suerte, pensamos. Se llevaron a Jorge a la ambulancia, se estaba desangrando, pero por suerte llamamos a tiempo y pudieron recuperarle la sangre perdida.
Quique estaba muy preocupado, y suponía que todo esto se trataba por aquella maldita noche en la que estuvieron jugando a la ouija.
Álvaro, el padre de Jorge, se quedó pensando en que no podía ser casualidad que dos de los cuatro niños que habían estaban enfermos, y se los tenían que llevar en ambulancia.

Al día siguiente, temprano, por la mañana fuimos Álvaro y yo a ver a Jorge al hospital.
Estaba estupendo, nos comentaba el médico. La razón por la cual Jorge se estaba desangrando, según el médico era por el calor, aun que yo y mi marido no lo teníamos tan claro.

Al medio día, a las 12 más o menos, fuimos a la iglesia, a la boda de Mónica y de Coke.
Mónica llevaba un vestido espectacular y Coke llevaba un traje muy elegante, iban los dos guapísimos. La celebración fue increíble y los chicos se lo pasaron fenomenal.

Una semana después de la boda los recién casados se fueron de luna de miel a las Islas de Madeira. Sofía y Pablo dejaron a Xiana y a Quique en mi casa mientras nos íbamos los mayores a comprar unas cosas.
Xiana y Jorge llevaban 5 meses juntos y Quique se alegraba muchísimo tanto por su hermana y tanto por su mejor amigo.

Ha pasado la vida muy deprisa y ahora soy algo “vieja” mientras que mi hijo y sus amigos tienen 14 y dentro de poco cumplirían 15. Sofía y Pablo fueron a mirar viviendas, puesto que se querían cambiar de casa a una más grande, Álvaro y yo después de 3 años de mucho trabajo hicimos negocios, por mi parte me saqué la carrera de diseño de ropa y tuve la opción de tener mi propia tienda de ropa llamada “Spiky”. Una marca que tiene ropa para todas las edades., mientras Sofía y Pablo inventaron un nuevo programa de ordenador llamado “Foto loge”, que sirve para retocar fotos, hacer videos, podías hacer mil cosas.
Nos mudamos a vivir a Madrid a casa de los abuelos de Jorge, puesto que habían fallecido. Y luego compramos una casa más grande. Estábamos hartos de pagar tanto alquiler por un piso tan pequeño. Sofía y Pablo tenían vistos unos muy bonitos, sin embargo Álvaro y yo habíamos visto unos chales que estaban muy bien de precio, pero un poco grandes. Después de mirar pisos durante 2 días encontramos Álvaro y yo uno espectacular, Sofía y Pablo no querían un chalet, pero había uno súper chulo que eran dos chales que se unían por un puente, definitivamente fuimos a comprar ese para compartir.

Unos meses después de haberlo hablado los cuatro, decidimos comprárnoslo, ya que parecíamos familia. Cuando le contamos a Jorge, Quique y Xiana que íbamos a vivir en una misma parcela se alegraron muchísimo.
Un día después de la mudanza los chicos se fueron a inspeccionar lo que había por ahí, al lado de las casas había una callejuela de tal forma, que se fueron a investigar que podía haber ahí. Empezaron a andar y andar y al cabo de un cuarto de hora observaron qe un poco más lejos había un peuqeño refugio. Llegarona él , donde se encontraron a un montón de pobres .Ellos no podían creer lo que pasaba ahí dentro. Un chico se acercó a ellos y se sentó en el suelo. Nosotros le preguntamos ¿Qué hacéis todos aquí metidos? El chico le contó lo que sucedía. Al oír eso los chicos estaban atemorizados y se hicieron los cuatro muy amigos de aquel chico. El chico se llamaba Chempú. Era un chico que llevaba ahí 7 años metido. Empezó a anochecer el chico se tenía que ir a trabajar y Xiana, Quique y Jorge debían volver ya casa. Antes de despedirse le dijeron a Chempú si mañana podían volver a verse por la tarde.

Se pusieron a cenar, y los chicos se echaban unas miraditas para saber si debían contárselo a los padres o no.
Un segundo día en la nueva casa, se fueron otra vez al campo de concentración. Ahí estaba una segunda vez Chempú, pero esta vez se le veía deshidratado, con hambre, ya que en el refugio no les daban de comer todos los días. Sólo y exclusivamente tres veces por semana. Cuando Quique, Jorge y Xiana le vieron así, Xiana volvió corriendo a casa a por un trozo de pan y una pequeña botellita de agua. Chempú no sabía como agradecérselo y le dio mil gracias a Xiana. Todos se habían echo muy amigos de Chempú y se llevaban muy bien con él. Los chicos le prometieron a Chempú que le sacarían de ahí lo antes posible. Quique y Jorge se quedaron pensando como sacarle de ahí, mientras Xiana volvió a casa para buscarle otra ropa distinta a la que usaban en el zulo.
A todo esto los “padres” estábamos encantadísimos de haber comprado la casa. Era grande, moderna y además la habíamos comprado con muebles incluidos. A Álvaro le iba muy bien en su trabajo y yo había conseguido nuevos clientes. Sofía y Pablo tenían un magnífico restaurante, en la que cuidaban increíblemente a los clientes.

Esa misma noche fuimos a cenar al restaurante. Dejamos a los niños en casa diciéndoles la cena. Jorge y Xiana, ya que eran los más ingeniosos pensaron como sacar a Chempú de aquel horrible lugar. Finalmente ya un poco tarde encontró la solución al problema. Jorge y Xiana le contaron el plan a Chempú, él lo que debía hacer era escaparse por la noche a las 12 de la noche, donde ahí estarían Jorge, Xiana y Quique después de cenar para ayudarle a escapar.
Después de cenar Jorge, Xiana y Quique se prepararon para ir al refugio para salvar a su amigo. A las 12 de la noche ahí estaba esperando Chempú acompañado de su hermana pequeña, que también quería salir de ahí, éstos eran huérfanos, sus padres habían muerto en el mismo lugar donde ellos se encontraban. Jorge, Quique y Xiana se retrasaron un poco y cuando llegaron al campo Chempú y su hermana ya no estaban. Quique estaba atemorizado, todos se pusieron a pensar donde se podría haber metido. Empezaron a darle vueltas a la cabeza y una hora después se fueron ya a casa, puesto que no querían que sus padres se enteraran de lo ocurrido. Los padres estaban cenando en el restaurante de Sofía y Pablo, después de cenar se fueron al casino para celebrar la bienvenida a Madrid. Chempú ya no sabía que hacer puesto que esa misma noche le habían azotado con un látigo y le habían mandado a una mazmorra, y a su hermana por el hecho de ser pequeña la pegaron un azotes en el culo.
Al día siguiente por la mañana muy temprano volvimos al campo de concentración, pero ahí no había nadie. Quique, Xiana y Jorge estaban de lo más preocupados. A la hora de comer Sofía y Pablo les contaron a los “niños” que ayer estuvieron en el casino y ganaron 2.000€ en el casino mientras que Álvaro y yo no ganamos nada. Sofía y Pablo propusieron que nos podríamos ir todos al parque de atracciones, ya que nunca habíamos ido, y se rumorea por ahí que esta muy bien. Al día siguiente nos fuimos las dos familias, que es como si fuese una, al parque de atracciones. Nosotros, los mayores estuvimos dando una vuelta por la zona, mientras que los niños se divertían subiéndose a las grandes montañas rusas. Xiana se empezó a encontrar mal, estaba molesta, tenía un dolor de estómago increíble, y también dolor de cabeza, aunque no tan fuerte como el del estómago. Quique llamó a los adultos para que fueran a ver que solución podían darle al asunto y mientras Jorge acariciaba a Xiana para que no le diera mucha importancia a sus dolores. Al reencontrarnos con los padres, ya eran las nueve de la noche así que los padres decidieron en dejarnos en casa mientras que ellos se iban a ir al restaurante de Sofía y Pablo. Jorge estuvo un rato con Xiana, la que se había puesto ese mismo dia enferma, mientras, Quique fue el solo al campo de concentración para ver si después de haber pasado una semana encontraba a chempú. Quince minutos después Xiana se quedó dormida y Jorge aprovechando la oportunidad salió corriendo al campo de concentración para saber que pasó con Chempú.
Cuando Quique llegó al campo de concentración detrás de la verja no había nadie, así que llamó a Chempú mediante un pequeño y suave silbido. Éste lo escucho así que reaccionó vistiéndose a toda prisa, después de vestirse Chempú fue a la cama de su hermana para sacarla de ahí pero resulta que no se encontraba durmiendo en ese instante. Chempú sin pensárselo dos veces no podía escapar ese día, puesto que no sabía donde se había metido. Un segundo después ahí se encontraba Jorge. Chempú a través de señas le dijo a Jorge y a Quique que no podía marcharse por que su hermana no estaba. Quique y Jorge le convencieron para que bajara de su cuarto, y eso hizo. Cuando llegó a la verja, al pobre Chempú se lo encontraron lleno de moratones, y con medio labio partido, debido a la paliza que le dieron por el intento para escaparse del campo. Chempú le dijo a Jorge y a Quique, que el no se escaparía de aquel lugar sin su hermana pequeña. Los chicos le prometieron a Chempú que encontrarían y sacaría a su hermana de ahí. Quique y Jorge se colaron en el campo de concentración para encontrar a la hermana de Chempú. Finalmente a las tres de la mañana más o menos encontramos a la pequeña, estaba tirada en el suelo, por que no la dejaban entrar a casa. Se la llevaron en brazos y salieron corriendo. Una vez haber salido del zulo, fueron todos a casa, una vez llegado ahí a la hermana de Chempú, llamada Yingú, la metió Jorge en la cama del cuarto de invitados, donde ahí podía descansar como era debido. Después de aquel día tan ajetreado para Quique y Jorge estaban súper cansados así que le enseñaron la casa a Chempú le dieron una toalla para ducharse antes de acostarse y un pijama para que pudiera dormir.
Al día siguiente, última semana de vacaciones, Yingú se levantó primero y fue al cuarto de su hermano a despertarle, para preguntar donde estaba. Su hermano estaba durmiendo, y sin intención, la pequeña despertó a Chempú. A continuación se levantó Jorge recibiéndoles la bienvenida y un buen día a los hermanos judíos. Los adultos nos encontrábamos en la cocina, y de esto no sabían nada, así que una vez levantados todos, hicieron un plan, para decírselo a los padres de modo que no se lo tomaran a mal. El plan fue el siguiente, bajaron a la cocina donde estaban desayunando, después de dar los buenos días Jorge previamente dijo, mamas y papas han venido a casa dos nuevos amigos, y si no os importa se quedarán aquí a vivir, mientras los judíos salieron adelante saludando y presentándose. Los padres dijeron que bueno, pero que en breves deberían buscar otro refugio, puesto que teníamos el zulo a menos de 30 metros. Pero a todo esto había un problema, en una semana los chicos empezaban el colegio, y Chempú y Yingú ¿que iban a hacer?
Entre los adultos intentamos buscar una solución, mañana nos íbamos a la pequeña casita de invierno así que ellos también tendrán que venir, o al menos eso nos figurábamos.
Esa misma tarde nos fuimos de compras a comprarles ropa a Chempú y a Yingú.
Pasamos una tarde estupenda, y los hermanos estaban muy contentos, puesto que en su nueva casa estaban muy bien servidos.
Al día siguiente nos fuimos todos a la casita de invierno, no era muy grande, pero era acogedora y calentita, esa tarde los chicos fueron a la piscina cubierta. Pasaros ahí toda la tarde, mientras que Sofía y yo recogimos la casa, y Álvaro y Pablo fueron a ver el partido de fútbol a un bar que se encontraba nada más salir del portal. A las ocho de la tarde subieron Jorge, Xiana, Quique, Yingú y Chempú para ducharse Sofía y yo mientras, preparamos la cena y estuvimos hablando sobre Yingú y Chempú, nos parecían muy Richardcados y muy majos, aun que un poco vergonzosos.
Mañana empezábamos a trabajar Álvaro y yo en nuestra tienda de ropa, sin embargo Sofía y Pablo no empezaban hasta pasado mañana, al igual que los niños el colegio.
A la mañana siguiente Álvaro y yo nos levantamos pronto para sacar la ropa de la nueva temporada de nuestra tienda, nos llegaron cosas bonísimas así que cogimos unas cuantas prendas para los niños, y otras para Sofía y Pablo. Ese mismo día salimos un poco antes de lo normal, nos llamo Pablo diciéndonos que fuésemos al hospital. Una vez ahí nos encontrábamos con que Sofía se había roto la rótula y la tenían que operar, un mes después se incorporó al trabajo, y nada más encontrarse a su jefe la despidió, Sofía desesperada salió de aquel edificio donde trabajaba y se vino de vuelta a casa, cuando la vi me quedé muy extrañada y la pregunté como es que a estas horas no estaba trabajando, y me contó lo sucedido.
Un mes después inexplicadamente Álvaro halló el cuerpo de Sofía en el tendedero. Pablo se pasó el día llorando y los niños todavía no se habían enterado. Era muy extraño, llamamos a la policía, y enseguida llegó a nuestra casa. Ésta nos dijo que era un caso muy raro y que alguien la había matado. Todos estábamos anonadados, ninguno dábamos crédito.
Al día siguiente nos fuimos todos al entierro, ninguno nos pudimos hacer los duros y echamos todos a llorar.
La familia había cambiado mucho, Yingú ya no era una niña, sino una mujer de 20 años, Chempú tenía 25 años al igual que Quique y Jorge, Xiana era la mediana, puesto que tenía 23. A Pablo le quedaban 3 años para jubilarse, Álvaro ya estaba jubilado y Para mí era mi primer año de jubilación.
A la mañana siguiente, todos se fueron a trabajar, excepto uno, Yingú, no se sabía por que, y a las 3 de la tarde abrí la puerta de su cuarto para ver si de verdad estaba ahí o donde estaba. Nada más entrar pegué un grito, Yingú había sido asesinada y estaba colgando del arQuique. Llegó la policía a la casa, donde habían sucedido dos muertes consecutivas, de un día para otro. Ese mismo día llegó el inspector a la casa, se oían ruidos raros, pero no se averiguó de qué era aquello.
Esa misma noche viendo las noticias, resultó haber un accidente, pero no se había descubierto la razón de aquello. Estábamos cenando todos juntos, supe que algo raro estaba pasando en esta casa, pero no averigüé el que. Era sábado y me dí cuenta de que nadie se despertaba, así que me dirigí hacia las habitaciones, entré en la de Jorge pero no había nadie, entré en la de Quique, pero solo se encontraba su novia, entré en la de Xiana y estaba durmiendo junto con su novio. Falta chempú, pero de éste no sabía nada.
Vinieron todos a comer, pero seguía sin saber donde se había metido chempú, no me preocupé, me imaginé que se había ido y que volvería a la hora de cenar, pero eso, no fue así. Ese mismo día, por la tarde invité a unas amigas para jugar al bingo, fui a poner un poco de musiquilla de fondo, y al destapar el tocadiscos, me encontré la cabeza de Álvaro en él. Había un asesino en la casa, solo que faltaba saber quien era.
Esa noche Xiana hizo una fiesta en casa para celebrar su cumpleaños, faltaba Chempú, hacía un día que no había estado en casa. Jorge fue a poner música en el ordenador para que se produjera por todos los altavoces instalados. Nada más encender la pantalla leyó, esta noche estaréis todos muertos. Jorge pasó de aquello, y a las 12 de la mañana nos asomamos por la ventana, estaba la casa ardiendo y no podíamos salir de ahí. Cogimos los extintores que había en la casa, pero no valía solo con eso. Xiana estaba en el servicio, y terminó ahogada, pues alguien había puesto una bombona de gas en el techo, de forma que no podía respirar. Estábamos todos histéricos, sin saber actuar. Llegaron los bomberos pero un poco tarde, habían muerto todos, el único que salió a tiempo fue Jorge, y mala mente, puesto que se lo tuvieron que llevar al hospital. Los bomberos entraron a comprobar que no había nadie dentro de aquella casa, yo no había aparecido por la casa, y de Chempú no se sabía nada.
Al día siguiente fui a visitar a jorge al hospital, aquel día era navidad. Llegué al hospital y Jorge estaba muy mal. Nada más verme me preguntó, mamá tu no habías muerto en el incendio junto a todos los demás, Yo le contesté que no, que yo estaba jugando al bingo y al enterarme de lo ocurrido vine rápidamente a verte. Por lo menos sabía que su madre estaba junto a él.
Unos días después le dijeron a Jorge que iba a morir en breves, para sobrevivir necesitaba un hígado. Faltaba un día para que mi hijo falleciera. No había conseguido a nadie que pudiera donar un órgano, así que me ofrecí voluntaria yo misma. Antes de donar mi hígado le escribí una nota a mi hijo en el que ponía:
Querido hijo:
Quería desearte lo mejor para ti. Sé que has pasado un mal momento, y no vas a poder disfrutar de estas navidades. Pero no te preocupes aquí tienes tu regalo, te doy mi hígado para que puedas disfrutar el resto de tu vida. Por que a pesar de que eres jóven y te queda mucho tiempo para disfrutar de la vida, una madre esta para cuando un hijo tiene problemas, necesita ayuda, te apoya, te da cariño, cede siempre, te da caprichos, te quiere. Espero que valores lo que he hecho por ti. Y recuerda que aunque estemos distanciados siempre estaré para cualquier cosa que necesites.
Hay una cosa que me gustaría decirte, y que te dujo tu abuela antes de que falleciera,
Todo lo que no hace falta sobra. Yo ya cumplí mi misión. Ahora, cumple tú la tuya.
Mucha suerte cariño.
Te quiero.